Fiesta Reyes alegra niños

<p>Fiesta Reyes alegra niños</p>

POR OMAR MATTHEWS
Los niños dominicanos se sienten hoy regocijados y alegres porque celebran la llegada de los Reyes Magos, una tradición que inició con la visita de tres sabios del Oriente que llegaron a la ciudad de Belén, en Palestina, para entregarle obsequios al Mesías que nació en un establo del lugar.

“Nacido, pues, Jesús, en Belén de Judea, en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalem unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer y, al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María y postrándose, lo adoraron y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”, relata el evangelio de Mateo, según la Biblia.

De modo que, como venían con regalos para el rey que había nacido, la Biblia los describe como reyes bondadosos con presentes, aunque en la Biblia no se les identifica.

Pero, la leyenda extensamente difundida por la Iglesia Católica relata que los llamados “Reyes Magos” fueron tres, deducido de que fueron tres los regalos otorgados al niño Jesús, por lo que les fueron asignados los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, que supuestamente equivalen en griego a Appellicon, Amerín y Damascón y en hebreo a “Magalath”, “Galgalath” y “Serakin”.

Sin embargo, existen otras leyendas no contenidas en las diversas páginas de la Biblia que cuentan que, además de los tres Reyes Magos nombrados anteriormente, había un cuarto, a quien en algunas leyendas se le da el nombre de Artabán. En cambio, los armenios suponen que fueron doce reyes magos, no tres, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología, como se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes, Asia, África y Europa.

La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos o sin atribución de sus autores.

Según la tradición esotérica u oculta aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el profeta Juan.

Otra leyenda cuenta, además, que después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Etiopía.  Explica que allí fueron bautizados y consagrados como obispos y que después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sepulcro.

Resalta que los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena.

Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde se dice que hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron en vida.

Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en el 1,248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla.

Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido, junto con Roma y Santiago de Compostela, en uno de los grandes centros de peregrinación cristiana.

Es por eso la tradición de este día, recordando los regalos que los Reyes Magos llevaron a Jesús, por lo que se acostumbra a darles regalos a los niños.

En muchos lugares, los niños tienen la costumbre de hacer cartas a los Reyes Magos donde les expresan lo bien que se han portado durante el año y hábilmente aprovechan para pedir los regalos que quieren recibir el Día de Reyes.

Durante la noche del 5 de enero, los niños esperan ansiosos sus regalos, pero será hasta la mañana del 6 de enero cuando podrán descubrir cuáles son los regalos que los Reyes Magos les dejaron en el árbol de Navidad o en el nacimiento.

En otras ciudades se acostumbra a hacer un desfile de reyes, en el cual muchos carros desfilan adornados, con música, payasos, gente disfrazada y no pueden faltar los “Tres Reyes Magos”, quienes pasean en camellos, caballos y hasta en burros, regalando obsequios o dulces a los niños.

Mientras que en los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad. Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía una haba o una pequeña moneda de plata.

De esta forma, la persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada “rey judío” o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche.

Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena, Italia, cuenta la historia.

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