La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) consideró ayer que la exclusión de República Dominicana del capítulo IV del informe anual de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos del 2017 es un reconocimiento explícito de que en el país existe voluntad de diálogo sobre los temas de derechos fundamentales.
Dijo que al mismo tiempo implica un desafío para las autoridades, ya que de la lectura objetiva del informe, no se puede desprender la idea de que se han erradicado los problemas derivados de las recomendaciones que la CIDH había formulado anteriormente al país en materia de nacionalidad y derechos humanos.

“Esta acción de la CIDH demuestra que el Estado dominicano está en la capacidad de enfrentar todos los señalamientos críticos que se realizan en la Comunidad Internacional, siempre que se actúe de manera razonada, articulada y apegado a principios, sin provocar confrontaciones innecesarias y en un marco de diálogo constructivo”, agregó la FINJUS.

Afirmó que la creación de la Mesa de Trabajo para tratar los temas de interés del Sistema Interamericano imprime un importante acto de voluntad por parte de las autoridades dominicanas, para solucionar las problemáticas que están bajo el escrutinio internacional.

Resaltó que el Estado tiene una nueva oportunidad de demostrar su responsabilidad si atiende y desarrolla las recomendaciones que nuevamente le plantea la CIDH, de forma que se profundice, en el marco del Estado Social y Democrático de Derecho, el clima de transparencia e institucionalidad que demanda nuestro desarrollo y del cual depende nuestra imagen internacional.

En su informe, la CIDH reconoce a la República Dominicana por las medidas implementadas por el Estado para dar solución a la grave situación que viven miles de personas, la mayoría haitianos.