Flor de Oro cuenta  las verdades del Jefe

Flor de Oro cuenta  las verdades del Jefe

Pormenores poco conocidos de las patrañas clericales de dos curas para anular el matrimonio de  Trujillo con Aminta Ledesma, escandalizada por el colmo de los religiosos que junto a Anselmo Paulino la obligaron a punta de pistola a firmar el divorcio. La escandalosa boda y traumática separación del cantante “gordinflón y con bigote” José Manuel López Balaguer, “sobrino favorito del intelectual títere” del Generalísimo, Joaquín Balaguer. Su maratón de ocho nupcias, iniciadas con Porfirio Rubirosa cuando era “un teniente que no servía para nada,  sinvergüenza corrupto, sin futuro”, y un sin fin de historias que datan desde mucho antes de que “El ogro del Caribe” ascendiera al poder, hasta su ajusticiamiento, son contadas por Flor de Oro Trujillo, la hija rechazada, rebelde, castigada, humillada, desheredada del auto designado “Padre de la Patria”, en el libro “Trujillo en la intimidad según su hija Flor”, editado por Bernardo Vega.

Fueron sus memorias publicadas en inglés en 1965 que ignora la mayoría de los dominicanos, supone el distinguido historiador, porque el país se encontraba inmerso en la guerra de abril.

En atractivo estilo y perfecto lenguaje, la  “ bohemia” y “licenciosa” primogénita de “El Jefe” cuenta la presunta infidelidad de la esposa de Benítez Rexach; la visita que le hizo el embajador Joseph Farland para anunciarle el complot que costó la vida a su ilustre progenitor; sus relaciones con María, una hija no reconocida de Ramfis, “producto de un romance” del hijo caprichoso y mimado del “Perínclito” así como interioridades de la vida de Lina Lovatón junto al “Benemérito” y algunos pasatiempos sentimentales del “rey entre los caudillos” como el que tuvo con una adolescente apodada “Lolita”.

La forma teatral, pero valiente,  en que el tirano enfrentó el padecimiento de ántrax y una operación de próstata son tan patéticos como el destino y la caricaturesca repartición de la fortuna del “Amo de la República”. Ramfis, Radhamés y Angelita, dice, “tenían las llaves del misterio financiero”.

Describe las personalidades de casi  todos los Trujillo, hace el inventario de sus hermanos de matrimonio y de los “naturales”, refiere los intentos frustrados de miembros de la cofradía de Ramfís, y de “Petán” y “Negro” Trujillo para derrocar a Balaguer y las crisis y cobardías que invadieron a Ramfis al presentarse la hora de retomar el control de la nación por lo que Porfirio Rubirosa declaró en París que éste era “el hombre más cobarde del mundo”, aunque en el reinado de su padre era “el trifibio” jefe de aire, mar y tierra, lo que le mereció el sobrenombre de “El Pato”.

“Traición” de Pupo

Flor narra la actuación de Pupo Román tras el tiranicidio y comenta el rumor difundido de que el cadáver del tirano sangró cuando el secretario de las Fuerzas Armadas acudió a mirarlo. “Existe una leyenda de que las heridas de 27 balas en el cuerpo de mi padre se reabrieron y sangraron la noche en que el General Román pasó por la casa a dar el pésame. Los supersticiosos sirvientes susurraban que esto quería decir que cerca había un “traidor”.

Son 115 páginas, ilustradas, que se leen en minutos, no sólo por la brevedad del texto sino por forma amena, sencilla, pintoresca en que fue escrito y por los secretos que descubre no sólo de la singular familia sino de colaboradores del régimen como Anselmo Paulino, Manuel de Moya Alonzo, Papito Alba, Balaguer, Emilio García Godoy, Amadel Nadel, Jacinto Peynado, Juan Tomás y Lucas Díaz, entre otros. A estos últimos los cita al relatar los esfuerzos de Trujillo por buscar en la capital un médico que atendiera a Julia Genova, su primera hija con Aminta, nacida en 1914. Luego de grandes esfuerzos para cruzar el río Haina crecido por las lluvias, juró construir el puente que después bautizó en honor a Lucas Díaz, “padre de uno de sus compinches de infancia, Juan Tomás Díaz, quien ascendería en la política junto a él, llegaría a ser general, sería puesto de lado y finalmente se convertiría en uno de los principales conspiradores en su asesinato”.

El ejemplar es útil para conocer la vida política, económica, social, cultural de la “República de Trujillo” de quien ella fue víctima, generalmente en desgracia, desterrada, vigilada, marginada. Su mejor amiga, Idalina Despradel, fue apresada por recibirla. A la infeliz Aminta no le permitieron estar presente en ninguna de las constantes bodas de su hija. “Nunca fui libre para disfrutar de un cortejo normal, una aventura amorosa, antes de que sintiese la presencia de mi padre”, confesó Flor.

La calificada de “libertina” que residió en Francia, Alemania, Brasil, Estados Unidos y México, no disfrutó muchos privilegios. Cuando decidió vivir en su Patria se trasladaba en guaguas, “no andaba en Alfa Romeo o Cadillacs como los demás Trujillo”.

Cada matrimonio es una descripción trágica, dolorosa, frustrante. Además de Rubirosa y Lope Balaguer fueron sus esposos Ramón Brea Messina, Maurice Berek, Antenor Mayrinck Veiga, Charles Stehlin, Paul Louis Guerin y un octavo con el que casó al publicar las memorias. De todos,  ninguno tan simpático como el que la unió a Lope,  pues implicó arrestos, golpes, torturas, aunque su tío Joaquín era un influyente funcionario.

Pese a que la vida de su sobrino “corría peligro, nunca abrió la boca para ayudarlo”. El artista y Felipe Goico, que la acompañaron  a una parranda en Boca Chica, fueron  encarcelados “por el disturbio” de Flor, luego libre y feliz con “El Tenor de la Juventud” en su club “Do Re Mi”.

Pero lo que ocurrió al final es detalle poco favorable al intérprete que sólo ella se atrevió a hacer público.

La sufrida mujer anotó: “La mayoría de mis esposos acabaron siendo propiedad de Trujillo, igual que yo, dominados y humillados por él, igual que yo, involucrados con él, igual que yo…

Por eso siempre huí de él, por eso siempre regresé a él…”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas