Andrew Mayeda
Un período prolongado de crecimiento lento dejó a la economía global más expuesta a shocks negativos y elevó el riesgo de que el mundo caiga en un estancamiento, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI disminuyó su pronóstico de expansión mundial en tanto la debilidad de las exportaciones y la desaceleración de las inversiones ensombrecen las perspectivas en Estados Unidos, un aumento del impuesto sobre el consumo socava el crecimiento en Japón y una depresión en el precio de todo tipo de cosas, del petróleo hasta el trigo, sigue sacudiendo a los productores de materias primas.
La economía mundial crecerá 3,2 por ciento este año en vez del 3,4 por ciento proyectado en enero, dijo el FMI en una actualización trimestral de su informe Perspectivas de la Economía Mundial.
La perspectiva más débil probablemente impacte sobre los ministros de Finanzas y banqueros centrales de todo el mundo, quienes se reunirán esta semana en Washington para las reuniones del segundo trimestre del FMI y del Banco Mundial y para una sesión del G20. El fondo también disminuyó su proyección de crecimiento para 2017 de la tasa de 3,6 por ciento prevista hace tres meses a 3,5 por ciento.
“El crecimiento viene siendo demasiado lento desde hace demasiado tiempo”, dijo el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, en comentarios preparados para una rueda de prensa. “Ya no queda mucho margen de error”.
“Sin embargo, reconociendo claramente los riesgos que enfrentan juntas e interviniendo juntas para prepararse para ellos, las autoridades económicas nacionales pueden reforzar la confianza, apoyar el crecimiento y protegerse más efectivamente contra el riesgo de un descarrilamiento de la recuperación”, dijo él.
El FMI identificó un “retorno de la propia turbulencia financiera que afecte la confianza y la demanda en un círculo vicioso que se confirma a sí mismo” como uno de los mayores riesgos.
“Otra amenaza es que el crecimiento persistentemente lento traiga secuelas que reduzcan la producción potencial y con ella, el consumo y la inversión”, dijo el FMI. “Los rebajamientos consecutivos de las perspectivas económicas para el futuro acarrean el riesgo de que la economía mundial quede en punto muerto y caiga en un estancamiento secular generalizado”.
El fondo mencionó varias presiones políticas y geopolíticas, entre ellas, el ascenso del populismo en Estados Unidos y Europa, el referéndum que realizará en junio el Reino Unido para decidir si sigue integrando la Unión Europea y los grandes flujos de refugiados que aumentan las tensiones en Europa.