Bruselas. Un grupo de países en desarrollo liderados por Brasil han señalado su creciente oposición al manejo del rescate de Grecia por parte del Fondo Monetario Internacional, rehusándose a apoyar el último pago de ayuda a Atenas que tendrá lugar esta semana.
El representante de Brasil para el Consejo Ejecutivo del FMI se abstuvo de votar por la última contribución de 1.8 millardos de euros de rescate para Grecia proveniente del Fondo y emitió una fuerte crítica, argumentando que Atenas podría ser incapaz de pagar sus préstamos de rescate.
Paulo Nogueira Batista, quien representa a 11 países en desarrollo en el Consejo del FMI, dijo que las dificultades políticas y económicas de Grecia confirman algunos de nuestros peores temores, agregando que los mismos economistas del Fondo estaban aún haciendo suposiciones demasiado optimistas respecto el crecimiento económico y la sostenibilidad de su deuda.
La generalizada percepción es que las dificultades provocadas por las políticas de ajuste draconiano no están dando beneficios en ninguna forma y han socavado adicionalmente el apoyo público para el programa de ajuste y reforma, dijo Batista.
Los países en desarrollo por mucho tiempo han estado incómodos sobre los descomunales recursos del FMI dedicados a la crisis de la eurozona. Pero la abstención de Batista y la dura declaración es la postura pública más fuerte que se ha tomado desde que comenzó el rescate griego hace más de tres años.
Esto se presentó a pesar de que el FMI emitió un informe solicitando a los países de la eurozona a aceptar más de la carga proporcionando 11 millardos de euros adicionales en ayuda para Atenas y presionándolos a considerar grandes amortizaciones de sus préstamos de rescate con el fin de reducir los niveles de deuda de Grecia y llevarlos a niveles más sostenibles. Las advertencias llegan en medio de una campaña electoral nacional en Alemania donde está disminuyendo la tolerancia por más cooperación y el alivio de la deuda griega .