El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que si no se controla el poder que están teniendo las grandes corporaciones éste podría tener un coste mayor en el crecimiento y en los ingresos salariales de los ciudadanos en el futuro.
Esta advertencia aparece en los capítulos analíticos de sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), un adelanto del documento completo que se presentará la próxima semana con motivo de las reuniones de primavera de la institución.
El FMI dedica el segundo capítulo a estudiar el impacto de lo que considera el poder de las empresas sobre el crecimiento económico, así como en la desigualdad salarial.
Este análisis se publica en momentos en que hay preocupaciones suscitadas por la influencia de grandes multinacionales, como podría ser el caso de Amazon, cuyas operaciones no solo han generado una disrupción en multitud de áreas, sino que también podrían haber limitado la competitividad en diversos ámbitos.
Es por ello por lo que los expertos del Fondo, Federico Díez y Romain Duval, han diseccionado los datos de un millón de compañías procedentes de 27 países avanzados y emergentes desde comienzos del 2000. En sus conclusiones, ambos autores indican que «el aumento del poder de mercado corporativo ha tenido un impacto económico negativo bastante limitado hasta el momento». Sin embargo, avisan que, si no se controla, podría tener un coste mayor en el crecimiento y en los ingresos salariales de los ciudadanos en el futuro.
«Los gobiernos necesitan diferentes políticas para mantener fuerte la competencia en el mercado», recomiendan. Eso sí, Díez y Duval no han abordado este tema desde el punto de vista que generalmente suele asociarse con el poder de mercado, como un incremento de la concentración y la oleada de gigantes empresariales en industrias como la farmacéutica o la de alta tecnología.
Para su análisis, los expertos del FMI han optado por tomar como referencia central cuánto cobra una empresa por sus productos en comparación con cuánto cuesta producirlos. Según esta métrica, el margen de beneficio medio de las empresas ha aumentado, aunque moderadamente, en cerca del 8% en las economías avanzadas desde el 2000, pero en menos del 2% en las economías emergentes cubiertas por el estudio.
Este aumento ha tenido lugar en la mayor parte de las industrias, especialmente entre compañías no manufactureras y en las que se utilizan tecnologías digitales con mayor intensidad. Pero, por industrias, los márgenes más altos se han concentrado en una pequeña fracción de las empresas.
En muchos mercados, el creciente poder de las empresas más productivas e innovadoras se ha visto favorecido por su capacidad a la hora de explotar activos intangibles, efectos de red y economías de escala.
Dicho esto, el estudio considera que desde principios de la década de los 2000, el aumento de los márgenes de beneficio ha contribuido a una cierta reducción en la inversión de las empresas, un ingrediente clave para el crecimiento sostenido. Así, a medida que aumenta el poder de mercado de una empresa, esta puede ampliar sus beneficios al cobrar un precio más alto y reducir su producción. Esto, a su vez, lleva a la compañía a reducir su demanda de capital y, por lo tanto, su inversión.