Ford ha presentado en el Salón de Detroit la nueva generación de su Ford Explorer.
Este gran SUV llegará al mercado de Estados Unidos en este 2019 con más equipamiento y dos motores a gasolina.
Como línea el nuevo modelo varía muy poco en relación al actual, el frontal es ahora más agresivo y con pasos de ruedas pronunciados.
La línea del techo presenta una decidida caída y el pilar central está formado por una ventanilla de color negro.
El interior, en cambio, estrena varias novedades.
El nuevo tablero es de diseño bien cuidado, destacando al centro una pantalla multimedia de ocho pulgadas en posición vertical y entre las tomas de ventilación.
Tras el volante se encuentra otra pantalla digital para el cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas.
Con respecto al anterior Explorer, el habitáculo ha crecido y la distancia entre ejes es ahora 15 centímetros mayor, lo que se traduce en mayor espacio para los pasajeros.
Mecánicamente ofrece dos opciones. Por un lado, un motor cuatro cilindros turbo de 2.3 litros, el mismo propulsor del actual Ford Mustang que ofrece una potencia máxima de 304 caballos.
El segundo es un motor V6 turbo de 3.0 litros con 370 caballos y 515 Nm de torque, el mismo bloque utilizado en el Lincoln Aviator. Tanto el motor de cuatro cilindros como el V6 están asociados a un cambio automático de diez relaciones que se puede controlar desde un mando giratorio ubicado en la consola central.
El nuevo Ford Explorer está construido sobre la misma plataforma del Lincoln Aviator.
A pesar de sus enormes dimensiones, Ford ha logrado reducir el peso en un 25%, unos 180 libras menos que el modelo actual.
Esto ha sido posible gracias al empleo del aluminio en muchas partes y a un chasis de acero de alta resistencia con elementos en aluminio en zonas precisas de la carrocería, travesaños, bonete y torretas de amortiguadores.