Diez años han transcurrido desde que Francisco Camacho asumió la presidencia de la Federación Dominicana de Taekwondo y desde entonces la entidad se ha convertido en una “fábrica” de atletas medallistas a todos los niveles.
Su llegada a la presidencia de la federación en marzo de 2007, días después de que la plancha que encabezó ganara las elecciones, ha representado un salto en lo cuantitativo y cualitativo para el taekwondo, que en el transcurso de ese período de tiempo le ha aportado a la República Dominicana dos medallas olímpicas.
A esas dos preseas olímpicas, Beijing 2008 y Río 2016, súmele otras nueve en tres ediciones de los Juegos Panamericanos, Río 2007, Guadalajara 2011 y Toronto 2015 y un total de 17 en dos Centroamericanos y del Caribe, Mayagüez 2010 y Veracruz 2014.
El taekwondo era un deporte más en el país, pero su crecimiento de los últimos diez años le ha permitido colocarse a la vanguardia del deporte nacional.
Incluso, en ocasiones le ha correspondido el privilegio de salvar el honor de la República Dominicana, como ocurrió el pasado año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde aportó a Quisqueya su única medalla, después que todos los demás intentos habían “fallado”.
Dirigente, atleta y entrenador. Camacho es el presidente de la Federación Dominicana de Taekwondo, pero antes fue atleta, miembro de la selección nacional, y también entrenador del plantel que tiene la responsabilidad de representar al país en los eventos internacionales.
El dirigente reconoce los avances que ha registrado su deporte en los últimos años, pero admite que aún es mucho el camino por recorrer. Sostiene, sin embargo, que los éxitos del taekwondo no son de su exclusiva responsabilidad, sino fruto de un esfuerzo colectivo que abarca a un grupo de dirigentes, técnicos y al trabajo que se hace en las diferentes provincias del país.
“En cierto modo, hemos tenido que trabajar a mano pelada, porque somos uno de los pocos deportes en el país que aún no tiene casa propia, pese a las múltiples promesas de las autoridades deportivas”, expone Camacho. Ello, sin embargo, no ha mermado el trabajo, fruto de lo cual el taekwondo es apenas una de tres federaciones de las casi 40 organizadas en la República Dominicana con el nivel de medallista olímpica.
Este privilegio lo comparte con las de atletismo y boxeo, responsables de las siete medallas en Juegos Olímpicos conquistadas por el deporte dominicano.
Consecuencia de los resultados que viene registrando el taekwondo a nivel mundial, el año pasado uno de sus atletas, Luis Pie, fue designado por el portal Mundotaekwondo.com, como el Mejor de América, y la misma publicación escogió a Miguel Camacho, como Entrenador del Año.
Camacho destaca, además, como un elemento importante el hecho de que los dirigentes nacionales de taekwondo han estado estrechamente vinculados con la disciplina durante toda su vida, muchos de los cuales fueron selección nacional.
Logros. En los últimos diez años, el taekwondo dominicano no ha regresado con “las manos vacías” de ninguno de los eventos en que le ha correspondido representar al país, sin importar el nivel competitivo ni el escenario.
Medalla de bronce en el Mundial del 2007 en China y dos años después en el Worl Tour Taekwondo 2009, consiguen la presea dorada para en el 2011, en el mundial, repetir su bronce.
Juegos Olímpicos. Medalla de plata en Beijing 2008 y bronce en Río 2016.
Juegos Panamericanos. En Río 2007, una medalla de oro, una de plata y una tercera de bronce, mientras que Guadalajara 2011, mejoran su actuación, con dos oro y un bronce, en tanto que en Toronto se adjudican dos plata y un bronce.
Centroamericanos y del Caribe. Mayaguez 2010, Cuatro oro, tres plata y cuatro bronce; Veracruz 2014, dos oro, igual cantidad de plata y dos bronce.