FUNDACIÓN POR LA MÚSICA CELEBRA SU DÉCIMO ANIVERSARIO

FUNDACIÓN POR LA MÚSICA CELEBRA SU DÉCIMO ANIVERSARIO

La Fundación por la Música celebró su décimo aniversario con un hermoso concierto en la Sala de la Cultura Aida Bonnelly de Díaz, del Teatro Nacional. Y bien merecían ser celebrados estos diez años, porque la labor realizada por esta institución ha dado sus frutos.
Trayectoria. La Fundación por la Música, creada en 2009 por la profesora Margarita Auffant, surge con el propósito plausible de elevar el nivel de los estudiantes de música mediante programas dirigidos por destacadas figuras internacionales. Gracias a estos programas, los alumnos escogidos –becarios– de diferentes instituciones públicas y privadas, reciben clases personalizadas, de grupo, y de música de cámara.
El primero fue el Programa de Piano Manuel Rueda (2009-2013), que fue impartido por el reconocido pianista Antonio Pompa-Baldi. De los alumnos participantes obtuvieron becas por la Universidad de Boston y el Instituto de Música de Cleveland, los jóvenes Omar Ramírez Pérez y José Javier Ortega.
En agosto del 2011, la fundación auspició el Taller Docente de Actualización y Metodología Pianística Aida Bonnelly de Díaz, a cargo del profesor Gerardo Teissonnière.
En 2013 dio inicio el Programa de Violín Gabriel del Orbe, con la tutoría de los profesores Paul Kantor, egresado del Julliard School of Music, y Timothy Kantor, profesor adjunto.

De este programa, el alumno Ramsés Cid Domínguez fue merecedor de una beca completa otorgada por la Universidad de Delaware y la alumna Josefina Guzmán Pérez recibió la mayor beca, otorgada por La Florida State University Tallahase.
Dentro del Programa Gabriel del Orbe, en el 2015 se introdujo el módulo Iniciación a la Viola, clases personalizadas y música de cámara.
Más allá de los talleres y programas, la fundación se expande y ofrece clases magistrales a orquestas juveniles, llevando la savia de la enseñanza a estudiantes de las provincias.

El concierto. Los primeros acordes impregnan la sala, los jóvenes Evita Maciunaite y Abraham Santos, primero y segundo violín, Johanna Molina –viola– y Daniel Rincón –cello– interpretan el “Allegro con spirito”, del Cuarteto Op. 20, en sol menor de Joseph Haydn, considerado el padre del cuarteto de cuerdas; el sonido nítido de los instrumentos ejecutando la bella melodía crea un vínculo con el público que permanecerá durante la noche concertante.
El “Pastrale” del Quinteto Op. 37, en re mayor de Luigi Boccherini, es interpretado por Carlos Cid –violín 1– Rebeca Masalles –violín 2– Keny Gómez –viola– y Génesis Herasme y Alejandro Bolívar –violoncellos–.
El programa continúa con el “Allegro” del Trío en sol menor de Alexander Borodin. Intervienen Laura Linares –violín 1–, Isamar Ortiz –violín 2– y Nulibeth Ortiz –violoncello–.
La primera parte del programa cierró con el primer movimiento –Allegro con brio– del Cuarteto Op. 18, nº 6 en si bemol mayor, de Ludwig van Beethoven, conocido como “La melancolía”, pero este primer movimiento nada hace presagiar ese estado, y el público disfruta a plenitud la alegría del movimiento, exquisitamente ejecutado por Yohall Monterio –violín 1– Luis Galvez –violín 2–, Leonardo Javalera –viola– y José Bonillo –violoncello–.
Tras el intermedio, unidos los jóvenes músicos conformando la Orquesta de Cámara de la Fundación, inició la segunda parte del concierto con el hermoso “Vals Criollo” de Rafael Landestoy (Bullumba), como homenaje póstumo a este insigne compositor dominicano, y no pudimos evitar que una furtiva lágrima asomara al escuchar la hermosa melodía del maestro que vivirá en nosotros a través de su música. Digno de señalar es el magnífico arreglo orquestal del maestro Timothy Kantor, manteniendo la esencia de este vals entrañable.
A continuación escuchamos del compositor norteamericano Scott Joplin su famoso ragtime “The Entertainer”, su pegadiza melodía nos remite a los primeros años del siglo XX.
Luego, para finalizar, el ritmo cambia, la melodía encanta, la orquesta interpreta “Libertango” del argentino Astor Piazzola, el gran renovador del género. Los arreglos de Abraham Santos en ambas piezas, sin desnaturalizar el espíritu de la obra, –aun sin bandoneón en el “Libertango”– fueron interpretados con brillantez por la Orquesta de Cámara.
Los aplausos tributados, calurosos y prolongados, fueron una muestra de reconocimiento a los jóvenes músicos, y finalmente a la Fundación por la Música en su décimo aniversario, que cierra un ciclo y abre otro cuyo camino será largo y pletórico de luces y armonía. Nuestro reconocimiento a su meritoria labor.

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