BEN WALKER
Associated Press
Bryce Harper estudió el video de ese muchacho zurdo, delgado, al que veía lanzar por primera vez.
Y el jugador más valioso de la Liga Nacional no pareció demasiado impresionado.
El presidente Barack Obama admite que no jugó mucha pelota de niño.
Pero ahora que está en su última temporada en la rotación de Washington, parece un buen momento para aprender algunas cosas.
Especialmente si lo llaman a hacer el primer lanzamiento en La Habana hoy, cuando los Tampa Bay Rays enfrenten a la selección cubana.
A pesar de que se habló bastante de que Obama estaría en el montículo, no aparece en la alineación inicial del juego en el Estadio Latinoamericano.
Ante la eventualidad de que se le pida al Presidente que haga algún lanzamiento este año, la Associated Press le preguntó a varios ganadores del premio al Más Valioso y del Cy Young, así como a peloteros seleccionados para el Juego de Estrellas, que analicen los movimientos de Obama la última vez que hizo un lanzamiento en las Grandes Ligas.
Fue en el juego inaugural de los Nationals del 2010. Luciendo una gorra de los Medias Blancas, su equipo favorito, y con un movimiento poco ortodoxo, hizo un tiro un tanto alto y afuera.
Bastante alejado de la zona de strike, para decir la vedad.
¿Alguna recomendación?
«Se lo veía bien… hasta que hizo el lanzamiento», recordó el pitcher yanqui CC Satabhia. «Tiene que tirar más bajo».
«Cuando ensayaba el lanzamiento, usó como seis movimientos distintos», señaló el toletero de los Filis Ryan Howard. «Que los reduzca a dos o tres».
David Price propuso que haga un lanzamiento sencillo, relajado.
«Algo fácil, que le clave la mirada al blanco», manifestó el zurdo de Boston.
«Que no bote antes, que llegue al plato. En el peor de los casos, que la tire por sobre sus cabezas».
El as de los Giants Madison Brumgarner, el más valioso de la serie mundial del 2014, solo le pide una cosa a Obama: «Que tire un strike».
A Obama le fue mejor en el Juego de Estrellas del 2009 en Saint Louis, donde tiró un machucón que fue atrapado por Albert Pujols en el plato.
A pesar de que lucía un chaleco antibalas, su lanzamiento fue bastante mejor que el del rapero 50 Cents.