Gas global pesa más en el futuro de petroleras

Gas global pesa  más en el futuro de  petroleras

(FILES) A Shell fuel tanker is pictured inside the Grangemouth Oil Refinery in Grangemouth, central Scotland on April 25, 2008. Anglo-Dutch energy giant Royal Dutch Shell said Tuesday April 29, 2008, that first-quarter net profits leapt 25 percent to 9.08 billion dollars (5.83 billion euros) because of record-breaking crude oil prices. Net earnings on a current cost of supply (CCS) basis, excluding fluctuations in the value of inventories, were up 12 percent to 7.78 billion dollars in the three months ending March 31, compared with the same period of 2007. AFP PHOTO/PAUL ELLIS/FILES

La suerte de las grandes compañías petroleras se relaciona más que nunca con el gas natural. Grandes empresas petroleras como Royal Dutch Shell Plc y BP Plc han aumentado su proporción de producción de gas en los últimos años, lo que las ayudó a reducir la ventaja de Exxon Mobil Corp. como compañía petrolera más valiosa del mundo. Por su parte, Chevron Corp. agregó dos proyectos gigantes de gas natural licuado australianos y Exxon reacciona con dos grandes proyectos propios en Papúa Nueva Guinea y Mozambique.
El gas natural, que se considera un puente limpio del carbón a las energías renovables, ofrece el mejor crecimiento de la demanda a largo plazo entre los combustibles fósiles, en especial en su forma licuada, que es fácil de transportar. Al mismo tiempo, la exploración de gas implica elevados costos iniciales y largos períodos de reembolso. La forma en que las grandes compañías manejen esas cuestiones generará los motores clave para el éxito.

“Estimamos que el mercado crecerá con rapidez, con un incremento de la demanda de gas más rápido que el de la energía en general”, dijo Steve Hill, vicepresidente ejecutivo de comercialización de gas de Shell, la mayor productora de GNL del mundo. “No consideramos que las energías renovables sean una amenaza para el gas”.

Grandes empresas del sector y funcionarios de países comercializadores de GNL –entre ellos Catar, Japón, Corea del Sur y Australia-, analizarán la dinámica global del gas en el Cónclave Mundial de Gas a realizarse en Washington a partir del martes. La reunión tendrá lugar en los Estados Unidos por primera vez en 30 años, lo que refleja la fortaleza del país en gas producto del shale.

El gas emite alrededor de la mitad de dióxido de carbono que el carbón. Eso significa que con frecuencia se lo considera una alternativa más limpia y un complemento de la energía eólica y solar, dado que puede producir electricidad cuando las condiciones meteorológicas no son favorables. Es probable que el mercado global de GNL esté bien provisto hasta 2022, pero la demanda crecerá entre 4 y 7 por ciento anual a partir de 2023, según Bloomberg New Energy Finance.
“En el área de combustible fósil es el único camino de crecimiento claro”, dijo Brian Youngberg, un analista de Edward Jones & Co., que tiene sede en St. Louis, Missouri.

Con ese crecimiento, habría una “posible escasez” a mediados de la década de 2020 que sólo podría superarse mediante decisiones sobre nuevos proyectos de exportación en los dos próximos años, dijo BNEF en un informe de marzo.

La compra por parte de Shell de BG Group por más de US$50.000 millones en 2016, alrededor del momento en que los precios del gas y el petróleo tocaron fondo, fue ante todo una adquisición de activos de gas.

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