Producir plátanos en el país es complejo, porque los canales de comercialización son un caos, lo cual afecta el sistema de precios.
Así por ejemplo, en la finca el plátano criollo el 15/11/2017 el precio estaba a diez pesos, pero en los supermercados de Santo Domingo se vendía alrededor de RD$20 la unidad, donde dura de 10 a 28 horas, mientras el productor en la finca tarde 13 meses en vender la cosecha y en ese período, puede pasar un viento y destruir las plantaciones o un exceso de lluvias y, aumentar los gastos por las enfermedades que se presentan o, llega la sequía y solamente es beneficiosa si la finca tiene irrigación.
Los productores agrícolas y ganaderos viven en incertidumbre; en consecuencia, es un estilo de vida, porque si se llevan de todos los problemas del diario vivir, pueden morir de un infarto; entonces los hijos venden la finca, reciben dinero para disfrutar o pasar a otro negocio. La finca es un drama.
El plátano requiere suelos profundos y si son de aluvión mejor; porque si son de baja fertilidad, se gasta mucho en suplir los nutrientes que hacen falta en el suelo. Antes no había enfermedades, pero ahora al criollo lo ataca la Sigatoka Negra. En la Línea Noroeste por la baja humedad relativa, se reduce la misma, pero si la ubicación es en zonas de mucha humedad, aumentan los costos en el combate a la Sigatoka.
En la preparación de la tierra, hay que hacer un estudio topográfico para hacer bien los drenajes, porque si hay exceso de humedad por la falta de drenajes, disminuye la productividad. Luego roturar el suelo con arado de vertedera, pasar la rastra y el subsolador hasta cuatro veces, para la aireación del suelo, a 60 centímetros de profundidad. Todos los años hacer análisis de suelos y cada seis meses a las plantaciones, hacerles el análisis foliar, para determinar los nutrientes que hacen falta. Si es la variedad FHIA-20, es más resistente a la Sigatoka negra, el costo se reduce, pero es muy susceptible a la Bacteriosis.
El marco de siembra varía de 100 plantas por tarea hasta 200 matas. La fertilización se inicia desde la siembra, colocando en el hoyo un fertilizante y un enraizador, pero la fertilización inyectada o granulada se comienza a los 30 días después de la siembra. De ahí en adelante, dependiendo la calidad del suelo, se fertiliza cada 30 días si son suelos de baja fertilidad y si son fértiles, cada 45 días. En los suelos fértiles se hacen siete aplicaciones de fertilizantes y en los menos fértiles nueve veces. Nunca recomiendo nivelar los suelos, porque los ingenieros que hacen el trabajo afectan la capa vegetal. De ahí que sugiero irrigación por micro aspersores o goteo. Hay que establecer un manejo o gerencia especialmente adaptado a las condiciones ambientales de cada finca, para lograr plátanos grandes de calidad y buen sabor. IDIAF debería investigar sobre el plátano criollo.