Gran celebración de Gala de la Danza Mundial

Gran celebración de Gala de la Danza Mundial

La Gala de Estrellas de la Danza Mundial, iniciativa de Mónika Despradel, ha cobrado solidez y prestigio a través de los años, convirtiéndose en una tradición reconocida internacionalmente, a la que acuden las grandes figuras de la danza mundial.

Celebrar esta décima entrega es motivo de alegría y orgullo para la clase dancística del país. Pero las Galas además, tienen una motivación especial y trascendente, son a beneficio de la “Fundación Nido para Angeles”, aquellos pequeños limitados, cuyas alas despliegan con el viento que emana del amor y la entrega.
Sobre el escenario fueron transportados esos ángeles y la emoción embargó a todos, provocando que un sentimiento de solidaridad brotara desde lo más profundo de nuestros corazones.
El movimiento, el ritmo, el espacio y la pasión envuelven la danza, proyectada como notas de un pentagrama, paso a paso por cada bailarín, pero es el coreógrafo como hacedor de danza, el capaz de hilvanar los movimientos aislados hasta llegar a la frase y transmitir la idea, de cuya creatividad dependerán las formas, elemento fundamental del arte, y finalmente la belleza de la creación danzaría.
Pablo Pérez maneja todos estos elementos, y como un orífice poseído de duende, construye su danza pletórica de artificios; “Saturación”, nombre de su pieza, es apropiado y sugestivo, inspirado en un “collage” musical, que incluye compositores contemporáneos como Armand Amar, Yann Tiersen y David Land.

Los bailarines del Ballet Nacional Dominicano, Maykel Acosta, Ariadna Roblejo, Laura Benítez, María Valeria Melogno y Alexander Duval, verdaderos protagonistas del hecho danzario, lucen estupendos, tanto desde el punto de vista técnico como interpretativo.
Los grandes “pas de deux” de los ballets clásicos no pueden faltar en ninguna Gala de Danza. El colorido musical del espléndido paso a dos del ballet Cascanueces, es interpretado por Tiit Helimets, del San Francisco Ballet y Claudia Mota del Ballet Municipal de Rio de Janeiro. La pareja logra buenos momentos, especialmente en sus variaciones.
Katia Carranza y Eduardo Pi, del Miami City Ballet y Ballet de Monterey, respectivamente, interpretan el pas de deux de Raymonda. La pareja luce acoplada, con buen nivel técnico, sin llegar al virtuosismo.
El cuadro coreográfico breve y delicado de Mijail Fokine, de un romanticismo tardío, está concebido con un lenguaje poético y orgánicamente expresivo, aun la aparente abstracción de sus formas. El espectro, -el bailarín- interpretado por Moacir Emanuel, es técnicamente sustancioso, desde el primer salto con el que inicia su danza, hasta el famoso “grand jeté” final que irremediablemente nos remite al gran Nijinski.

Claudia Mota interpreta a cabalidad la ligereza del personaje, y en el paso a dos central, logran transmitir el ensueño, la esperanza. Ambos bailarines pertenecen al Teatro Municipal de Rio de Janeiro. La pareja en otro dueto “Instability” de Rodrigo Negri y música de Philip Glass, alcanza otro gran momento.
La Gala ecléctica, nos lleva en alas de la danza a otros géneros, el Flamenco, cautiva al público; Laia Salvador, en movimiento constante transmite con el cuerpo, el sonar de las castañuelas y el taconeo, toda la energía del baile, pero más allá del movimiento está la expresión, y poseída de duende al decir de Lorca, su danza apasiona. Dos piezas de su autoría pudimos disfrutar “”Entre Naranjos” y “Gitanos Takatum”.
El Tango, es entrega total, baile sugestivo y sensual. La pareja formada por Jorgelina Guzzi y Cristian Mino, muestran sus destrezas con un impresionante juego de piernas con ganchos, boleos, sacadas, ocho y molinetes, así, su danza se vuelve un espectáculo embriagante; con dos coreografías propias, “Evaristo Carriego” y “Cumparsita” exponen su talento creativo. Pertenecen a la “Compañía Tango X2”.
El Ballet Nacional Dominicano, presenta de Alexander Duval, un hermoso paso a dos, “En Sueño”, cuyo lirismo es proyectado por el propio Duval y María Emilia García.
Un momento evocador presentó la pareja Katia Carranza y Eduardo Pi. La famosa canción del compositor mexicano Alberto Domínguez, “Perfidia”, se convierte en una tierna danza, que nos remite a los tiempos del romántico bolero.
El final. El cierre de la Gala resultó espectacular, la danza surgió con nuevas transparencias, y es que nuestra Michelle Jimenez, convierte la danza en poesía. “Transparente” es un hermoso dueto coreografía de Savkovic con música Fado. En perfecta sintonía con Roland Savkovic, su baile se convierte en un poema danzado.

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