Arne Delfs
La canciller alemana Angela Merkel dijo que Grecia necesita la ayuda de Europa para evitar que la crisis de los refugiados hunda al país en un “caos”, en momentos en que la policía en la frontera de Macedonia disparó gas lacrimógeno para impedir el paso de miles de inmigrantes. Merkel agregó que ella luchará por mantener abiertas las fronteras del continente.
Combinando una actitud desafiante y peticiones de paciencia, Merkel dijo que el respaldo a Grecia es un tema clave en la cumbre de emergencia de la Unión Europea con autoridades turcas que se realizará la próxima semana.
En menos de un año después de un tercer rescate financiero respaldado por Alemania que mantuvo a Grecia en el euro, los cierres de fronteras hacia el norte aumentaron el riesgo de aglomeración de refugiados en territorio griego y la eliminación de la denominada área Schengen de libre comercio y viaje sin pasaporte que Merkel prometió defender.
“No mantuvimos a Grecia en el euro para dejar a su suerte a un país que es parte de la zona euro y el área Schengen, un país que tiene muchos problemas”, dijo. Los países de la zona euro “lucharon hasta el límite” para mantener a Grecia en la unión monetaria y no pueden abandonar y “dejar que Grecia se sumerja en el caos, por así decirlo”.
Los combativos comentarios de Merkel resaltaron su determinación por evitar la fragmentación en Europa que, según ella, podría dañar la economía alemana. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, indicó el fin de semana que Alemania estaría dispuesta a dar a Grecia cierto margen considerando su lucha con la doble tarea de reformar la economía y soportar una afluencia de refugiados.
Dos semanas antes de las elecciones en tres estados alemanes que Merkel describió como “no precisamente fáciles”, la mandataria mantuvo firme su rechazo al cierre de las fronteras a los refugiados, que una Europa abierta está en el interés de Alemania.
El año pasado, la llegada de casi un millón de refugiados en la mayor crisis migratoria de Europa desde la Segunda Guerra Mundial deterioró el porcentaje de aprobación de Merkel, redujo el apoyo de su partido (la Unión Demócrata Cristiana) y motivó ataques contra su política por parte de líderes de los otros dos partidos de su coalición.
“Es un camino difícil y no es fácil”, dijo. “Mi maldito deber es hacer todo lo posible para que Europa encuentre un enfoque común”. Una solución para Alemania implica pensar en lo que respecta a Europa y más allá. “Sólo si crees en ti mismo podrás lograr el éxito”.
Cuatro de cinco alemanes dicen que sus votos en las elecciones estatales del 13 de marzo estarán determinados por las políticas de migración de los partidos.