Guerras comerciales benefician mercados emergentes, dice historia

Guerras comerciales  benefician mercados emergentes, dice historia

En esta fotografía del 8 de junio de 2018, un trabajador transfiere cables de acero en una siderúrgica en Qingdao, en la provincia de Shandong, en el este de China. (Chinatopix vía AP)

Si el siglo pasado es un indicio, la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China podría beneficiar los mercados emergentes.
En los últimos 100 años, las guerras comerciales iniciadas por EE.UU. han coincidido con un dólar débil, cosa que suele aumentar el valor de las monedas en los países en desarrollo. Esto podría volver a suceder, ya que entre Washington y Pekín hay poca disposición para llegar a una resolución, incluso tras una aparente tregua entre Donald Trump y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.

El dólar probablemente se debilitará en cuanto se establezcan los aranceles, ya que los posibles beneficios a manufactureros se invalidarán a causa de mayores precios y menor demanda de consumo, según Kunal Ghosh, gestor de carteras basado en San Diego que trabaja para Allianz Global Investors, la cual supervisa aproximadamente $580 mil millones. Indicó que en el largo plazo, los aranceles también disminuirían el uso del dólar como una moneda de reserva global, provocando que caiga su valor.

Ghosh dijo que al principio, estos aranceles probablemente impulsarían una liquidación de posiciones motivada por el pánico en los mercados emergentes, pero que se revertiría en tanto los inversionistas digieren la noticia.

Indicó que “los activos en ME por naturaleza han tenido una correlación negativa con el dólar, por lo cual su debilidad” ayudará a crecer las ganancias.

Por supuesto, existe mucho escepticismo respecto al beneficio de las guerras comerciales a los mercados emergentes. Empresas como Franklin Templeton Investments y BlackRock Inc. proyectan que los activos de riesgo se recuperarán, pero indican que un impulso global hacia el proteccionismo supone un riesgo a su pronóstico de los países en desarrollo. Y pese a que Morgan Stanley dijo que el dólar “alcanzó el máximo”, muchos estrategas siguen siendo bullish respecto al dólar y dicen que su trayectoria será determinada por fuerzas macroeconómicas y políticas monetarias más amplias en lugar de disputas comerciales.

“Hay que considerar lo demás que sucedía al momento de las anteriores guerras comerciales”, indicó Isabelle Mateos y Lago, estratega principal de múltiples activos en BlackRock Investment Institute, el think tank del gestor de activos. “En muchos casos, éstas coincidían con (y probablemente estaban motivadas en parte por) una recesión en EE. UU., lo cual explicaría la debilidad del dólar”.

Sin embargo, pese a todo el escepticismo, Ghosh señala lo que ha ocurrido durante tensiones comerciales en periodos transcurridos:

Ley Smoot-Hawley Tariff de 1930. La legislación aprobada bajo la administración de Herbert Hoover para aumentar los aranceles sobre los productos agrícolas tuvo un efecto negativo sobre EE. UU. El socio comercial más grande del país, Canadá, y algunos países europeos tomaron represalia, en tanto el valor del dólar frente a sus principales pares bajó a un mínimo de varias décadas. A estas polémicas comerciales le siguió en 1933 uno de los cambios más significativos en finanzas extranjeras cuando el Presidente Franklin Delano Roosevelt retiró a EE. UU. del patrón oro, devaluándose aún más el dólar. Las economías emergentes que pronto abandonaron el oro se recuperaron más rápido.

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