El doctor Guillermo Moreno, presidente de un grupúsculo político llamado Alianza País, se empecina en conducir al banquillo de acusados al tres veces ex presidente Leonel Fernández, y conforme a como vislumbro, no tiene contendor si decide, como hará, postularse a la poltrona de alfileres en 2016.

El doctor Moreno, que cuando el presidente Fernández lo designó fiscal del DN incurrió en la quimera de intentar procesar al ex presidente Joaquín Balaguer por el crimen del periodista Orlando Martínez, cuando precisamente fue el doctor Balaguer quien endosó por primera vez el poder a Leonel, acusa a su otrora protector de incurrir en presunto lavado de activos para construir la entidad cultural Funglode.

El 2l de agosto último se ventilaba ese caso en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, cuando se produjo un corte de energía, nada sorprendente, pero además, la unidad de energía de emergencia no funcionó, y el doctor Moreno, no sin asideros sospechosos, acusó al ex mandatario de obstrucción de la justicia.

Una comparsa de abogados parciales del ex presidente Fernández incurrió en la indelicadeza de abuchear al doctor Moreno, un jurista y ciudadano probo, que merece respeto por esos dos apelativos, además de asistirle su derecho a disentir e intentar un imposible de conducir al ex presidente Fernández al banquillo de acusados, mucho menos condenarle como logró el presidente Balaguer con el presidente Salvador Jorge Blanco.

En medio del vórtice de protestas que sacuden al gobierno de la presidente Dilma Roussef, de Brasil, la jefa de Estado saludó la reacción popular como positivas a la democracia.

Quien esté libre de culpas no debe temer acusaciones. El debido proceso debe prevalecer ante todas las intemperancias y temores.