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Sabemos que los embajadores son los representantes de los gobernantes ante los países que son acreditados, para conocer intimidades de los gobiernos donde prestan servicios, trabar relaciones a todos los niveles con funcionarios políticos, opositores, empresarios, periodistas y recabar un universo de informaciones y reportarlas a sus cancillerías.
Difundir realidades de sus países de origen para concitar inversiones y un conjunto de iniciativas redituables a sus países, inclusive habladurías, dislates y mentiras, conforme el esquema mostrado por el embajador de Venezuela en nuestro país, Alí de Jesús Uzcátegui, expresadas en el Almuerzo del Grupo Corripio este 20 de septiembre.
El embajador venezolano demostró por todo lo alto ser un consagrado hablador, sinónimo en nuestro país de acotejar la realidad, desdeñando las realidades circundantes de su gran país, que los políticos tanto Adecos, Copey y la auto llamada Revolución Bolivariana, han sumido en la quiebra.
Venezuela presenta el caso de ser un país petrolero, con las mayores reservas fósiles del planeta con 301,501 mm bp, superando a Arabia Saudita con 264,516 mm bp, Canadá 178,100 mm bp, USA 21,300 mm bp, China 15,700 mm bp, Rusia 79 mil mm bp y Argentina 2,587 mm bp, que está quebrado.
Venezuela, en versión del embajador Alí, dispone de las mayores reservas del mundo de oro con 8 mil toneladas y diamantes 11,800 quintales, y está en quiebra, pero no por el bdp a US$47, sino que cuando cotizaba a US147 fue dilapidado por el fenecido presidente Hugo Chávez pretendiendo erigirse en el líder y mecenas de Latinoamérica, traspatio del imperio, en vez de asociar Citgo y PEDEVESA con las petroleras USA y consolidar un imperio petrolero.
Concluyo mañana.