Haitianos contra los haitianos

Haitianos contra los haitianos

Insólito maltrato contra su propia nación y hostilidad contra un país vecino con violación al libre comercio fue lo que aplicaron autoridades haitianas el pasado lunes en Dajabón cuando en día de mercado permitieron a sus ciudadanos cruzar a República Dominicana a comprar y luego al regresar les incautaron gran cantidad de productos para botarlos. El intercambio de mercancías entre países es un derecho amparado por la Organización Mundial de Comercio a la que pertenecen todos los Estados con limitadas excepciones. Las prohibiciones tienen que fundarse en las reglas de la globalización vigente. Los días de mercado fronterizos se amparan en derechos adquiridos, con respaldo europeo.

Las autoridades haitianas merecen ser incriminadas por sus arbitrariedades contra personas muy necesitadas para vivir de las cosas que vienen a comprar. Uno de los problemas serios en las relaciones de proximidad entre los dos pueblos de la Hispaniola es la actitud ambivalente de sus gobernantes. Días antes habían negado categóricamente que se propusieran poner trabas al comercio y ya el lunes eso fue lo que hicieron.

El Haití que reclama trato justo para sus súbditos no sabe tener respeto para con su propia gente. República Dominicana carga con buena parte de los duros resultados de la pobreza extrema de su vecino, y luego tiene que armarse de paciencia para tratar con ese gobierno hostil.

Modalidad criminal en alza

Los asaltos a mano armada para despojar de teléfonos celulares a indefensos ciudadanos ocurren de manera creciente a plena luz del día y con alto riesgo para la vida de quien haga, o parezca hacer, alguna mínima resistencia. Varios portadores fueron asesinados recientemente. La embestida de estos delincuentes ocurren por todo sitio y los esfuerzos del Estado por mantener aceptables niveles de seguridad en las calles muestran pobres resultados.

Las autoridades de telecomunicaciones dilucidan, dan vuelta al asunto y se dicen preocupadas pero tardan en proceder contra la reactivación de los aparatos robados mientras los negocios que desbloquean y borran numeraciones actúan públicamente con el perverso reciclaje que estimula el bandolerismo contra los usuarios de la telefonía móvil. ¿Hasta cuándo?

 

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas