Hallazgos interesantes encuesta cultura financiera

Hallazgos interesantes encuesta cultura financiera

Recientemente el Gobernador del Banco Central y varios funcionarios presentaron los resultados de una encuesta aplicada en 2,313 hogares con la finalidad de evaluar los conocimientos económicos y financieros de la población dominicana y el nivel de utilización de los productos financieros y así realizar un diagnóstico que servirá de guía para formular políticas dirigidas a mejorar la educación financiera y elevar el nivel de bancarización del país.

Las presentes autoridades del Banco Central desde hace varios años han tomado una serie de medidas en esa dirección y al respecto cabe citar las modificaciones al Reglamento de Evaluación de Activos (para elevar el techo de los préstamos que se pueden conceder en función del historial de pago del cliente), los reglamentos de Tarjetas de Crédito y del Microcrédito, la figura del Subagente Bancario, las tarjetas de crédito prepagadas, el anteproyecto de las Sociedades de Garantías Recíprocas y múltiples diplomados a periodistas, cursos dirigidos a profesores de las escuelas públicas en todo el país, aparte de la “Semana Económica y Financiera” y la competencia académica “Economistas del Futuro”.

Uno de los principales obstáculos para mejorar los conocimientos financieros y la inclusión bancaria lo representa el nivel educativo y los bajos ingresos reflejados en la encuesta. Por ejemplo, el 37.6% de los encuestados tenía solo educación primaria, el 96.1% de los hogares tiene ingreso promedio de RD$19,409 mensuales y el 59.7% de los hogares disponía de un ingreso menor a RD$18 mil mensuales.

Ante la pregunta de las razones para no estar bancarizado, 66% declaró no dispone del ingreso suficiente, 43% alega los ingresos son irregulares y no le permite planificarse, 20% se siente más cómodo manejando su presupuesto de manera informal, 15% alega que son demasiados los requisitos de las entidades financieras, 13% no confía en ellas, y 31% opina que son muy altas las comisiones bancarias o que no se siente cómodo o teme ser rechazado, o que la distancia es mucha al banco o que en el pasado fue rechazado.

En cuanto al conocimiento de los productos financieros 28% de los encuestados no había escuchado sobre 18 productos, 48.2% de los hogares posee tres productos (cuenta de ahorros, cuenta de nómina y tarjeta de crédito) y 23% apenas un producto financiero.

La encuesta reveló que la mayoría de los hogares les resulta imposible llegar a finales de mes con sus ingresos y así el 76% de los hogares con ingresos menores de RD$8 mil no lo logran, así como el 68% de los hogares con ingresos entre 8 y 18 mil. ¿Cómo logran cuadrar sus cuentas? 67% se endeudaron, 61% redujeron sus gastos, 19% retiraron recursos de sus cuentas de ahorros, 17% buscaron un trabajo extra y apenas 8% se atrasaron en sus compromisos.

La encuesta reflejó un bajo nivel de conocimiento financiero y ante seis preguntas relativamente fáciles (división, interés simple, interés compuesto, probabilidad básica, valor del dinero en el tiempo y tasa de interés tarjeta de crédito), apenas 17% de los encuestados pudo responder correctamente las seis preguntas, el 54% no pudo responder correctamente la mitad y 9% no acertó en ninguna de las respuestas. Obviamente que esos resultados varían en función del nivel de ingreso de los consultados.

La buena noticia es que los dominicanos están ávidos de ampliar sus conocimientos y 73% mostraron interés en ello, también 73% quieren aprender cómo ahorrar, 72% cómo invertir, 62% cómo hacer un presupuesto y 56% cómo obtener un préstamo.

La Primera Encuesta de Cultura Económica y Financiera, aplicada por el Banco Central, conjuntamente con instituciones financieras, Ministerios, Superintendencias, asociaciones de entidades financieras y el Banco Interamericano de Desarrollo arrojó mucha luz y ofrece importantes insumos que deberán ser aprovechadas por las Administración Monetaria y Financiera para seguir profundizando en las medidas dirigidas a estimular la inclusión financiera, a seguir con los programas de educación y al propio sector financiero para diseñar productos más asequibles a los sectores de más bajos ingresos y seguir ampliando los programas de capacitación financiera.

 

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