Hasta yo quiero ser diputado

Hasta yo quiero ser diputado

Imagina un trabajo donde ganes RD$175,000 mensuales. Además, súmale RD$35,000 por gastos de representación, otros RD$45,000 de dieta, unos RD$87,000 por un plan de ayuda y RD$50,000 de fondo social. Son RD$392,000 fijos, y lo lindo… no importa si faltas.

Quizás tu pienses que un trabajo así no existe, pero te equivocas, sí está vigente y hay 190 personas que lo tienen: los diputados. El Congreso recibe más fondos que los ministerios de Deportes, Trabajo, Mujer y Juventud, juntos.

Además del sabroso salario de casi 400 mil tululuces, hay que agregarle una moña para combustible, dos exoneraciones para importar vehículos de lujo, un celular abierto para hablar dónde y cuándo quiera, una computadora portátil y mucha “consideración” para no asistir al Congreso, aunque sea su obligación.

Por supuesto, se le asigna un chofer, secretaria, seguridad, relacionista público, asistente y otro personal que requiera. También se le otorga pasaporte diplomático, gastos por cada viaje que incluyen hotel, restaurante, transporte y corrientes.

Y hay más…

Incentivos por asistir a reuniones, virutas por pertenecer a comisiones y dieta por sesiones. Hay que agregarle que para días festivos como Reyes, Las Madres, Navidad y Semana Santa se le otorga una bonificación para que los reparta a su gente, aunque algunos se liquidan con eso. Al momento de salir del Congreso, puede estar tranquilo porque tiene garantizada una pensión vitalicia cuyo monto dependerá de su edad y las veces que repitió en el puesto.

Y como si fuera poco, si a usted le toca la suerte de ser diputado debe saber que tendrá, por lo menos, 48 días de vacaciones entre diciembre y enero, 17 libres en Semana Santa y 82 en verano.

Las sesiones usualmente son dos veces por semana, por lo que los días restantes podrán descansar en la comodidad de su casa o ir al majestuoso Club del Legislador donde tiene acceso total. Si le queda lejos, hay un hotel de lujo en la capital donde hay suite para cada uno.

¿Y hay más? Pues claro: un seguro de vida con cobertura internacional por si le ocurre algo en uno de sus tantos viajes. No puede faltar la inmunidad parlamentaria y otros beneficios que no están en el librito y que dependen del proyecto, contrato o firma a la que le interese legalizar una transacción. Afirman que para que se apruebe un proyecto millonario hay que mojarle la mano a los bandos para que se apruebe.

Para ser diputado hay que gastar cerca de 25 millones de pesos en campaña y cualquier se echa para atrás cuando se habla de tanto, pero con los frondosos privilegios de los honorables, hasta yo me atrevo a meterme en un lio para amarrar esa ñoña por cuatro años. ¿Y a ti, te gustaría ser diputado?