Una iniciativa que cursa en la Cámara de Diputados pretende fijar regulaciones sobre las tarjetas de crédito y débito, aparentemente sin una consulta previa con los actores del sector financiero. Sobre esta intención, la Asociación de Bancos Comerciales (ABA) ha advertido que el proyecto de ley sobre la materia fijaría tasas que están por debajo de los costos que las tarjetas generan para los emisores. También ha dicho que las regulaciones sobre el dinero plástico corresponden a la Ley Monetaria y que, de aprobarse la iniciativa, habría que sacar de circulación una gran cantidad de tarjetas de crédito y débito.

Hace poco los diputados aprobaron de manera unilateral una iniciativa que modificaría la comisión que cobran las Administradoras de Fondos de Pensiones. La pieza está pendiente de sanción en el Senado. Estimamos que para hacer cambios como estos es necesario consultar a los sectores que manejan los menesteres sujetos a modificación. En el caso de las tarjetas de crédito, sería contraproducente hacer cambios que afecten el acceso a los créditos por parte de los usuarios, consecuencia que sería posible si las tasas fijadas obligan a modificar los esquemas de micro-financiamiento garantizados por dichos instrumentos. Nada costaría poner en debate las condiciones en que opera el mercado de las tarjetas de crédito y débito, para conocer sus costos. Hay que actuar con cautela en esta materia.

LA BASURA SE TRAGA A SANTIAGO

Santiago figuró alguna vez entre las ciudades más limpias de la región del Caribe, pero la incapacidad de la gestión municipal para disponer adecuada y oportunamente de la basura le ha quitado esa distinción. En la actualidad, lo que caracteriza a esta pujante ciudad es la abundancia de vertederos de basura improvisados en las vías públicas, con todas las consecuencias ambientales y sanitarias que de esta situación se derivan.

Las autoridades municipales no dan explicaciones concretas acerca de la situación, pero se trata de que no están en capacidad de disponer de los desperdicios con regularidad. Los riesgos sanitarios por la acumulación de basura se agravan debido a que las lluvias desparraman los desperdicios acumulados en los improvisados vertederos. Mientras tanto, el alcalde Gilberto Serulle se encuentra en Valencia, España. Extraña que fuera tan lejos a buscar la solución.