Hero Pérez, el lector del manifiesto de la Marcha Verde en el pasado domingo en Azua, acudió ayer a la Policía Nacional a denunciar un atentado que habría sufrido en su vehículo, del que milagrosamente salió ileso, para que se investigue quién lo habría ordenado.
Dijo que otros miembros de ese colectivo que reclaman el cese de la corrupción y de la impunidad fueron víctimas de ataques, sucuestros, robo de dinero y de sus celulares en la manifestación del domingo 21 de mayo.
También negó que el procurador general, Jean Alain Rodríguez, lo entrevistara ayer respeto al caso, como circuló en algunos medios de comunicación. Declaró que ninguna autoridad del Ministerio Público lo ha contactado para indagar sobre el accidente causado por desconocidos al amanecer del lunes, cuando se dirigía desde su natal Azua hacia Santo Domingo y una camioneta lo sacó de la carretera hasta destrozar su carro.
Pérez, luchador tradicional del Movimiento Campesino y militante de grupos cívicos desde los 15 años, reveló que no es la primera vez que intentan acabar con su vida por las posturas que asume en contra de la corrupción. En entrevista con este diario, inició sus declaraciones lanzando estas palabras a viva voz: “Tengo energía y fuerza para seguir la lucha en contra de la corrupción y de la impunidad”. Continúa con fuerza, consciente de que esto es parte de su labor. Está preparado para su batalla futura, como afirma que expresó en el documento que leyó en Azua, en que exigió “sometimiento a los ladrones, recuperación de los bienes robados, cancelación de los contratos con la empresa brasileña Odebrecht y una investigación penal independiente”.
Pérez fue llevado a un centro médico para la evaluación física. Salió bien. Solo presenta un golpe en la cabeza sin lesiones, según los exámenes radiográficos.
En la Policía. Una comisión lo acompañó a conversar con un general en el palacio de la Policía Nacional, integrada por Guillermo Brea Zapata, el dirigente político Iván Rodríguez, Rosa Antonia Lemos, Iris Pérez, el abogado Romeo Reyes, entre otros. No le asignaron seguridad.
Narró que solo vio que era blanco el vehículo que lo impactó alrededor de las 6:30 de la mañana, cuando había pasado el tramo de Baní. Contó que el mismo día de la Macha Verde denunció que funcionarios del Gobierno de su zona pretendían filtrar gente, vestida de verde, para dificultar la concentración cívica.
“Me parece que todo está conectado a esa realidad, porque el compañero Benjamín Batista, dirigente en la región Sur, también fue víctima de un atraco, de un secuestro, y le quitaron dinero en el proceso de la marcha. Le quitaron hasta el dinero con que iba a pagar el autobús para la actividad. Indicó que a otras personas vinculadas a la Marcha Verde le quitaron sus celulares, para provocarles miedo.