La determinación de dos víctimas de violación sexual, la persistencia en hacerle justicia a su madre asesinada y el anhelo -hasta manifestado en sueños- por ver tras las rejas al culpable de la desgracia que les ha acompañado fueron los elementos que llevaron al arresto de Juan Carlos Bisonó Green por la muerte de Juliana María Capellán, ocurrida en el año 2004.
A Green le fue dictada medida de coerción el pasado sábado consistente en 12 meses de prisión preventiva, tras los jueces rechazar el alegato de sus abogados sobre la supuesta prescripción penal.
La historia del caso parecería tomada de un guión cinematográfico, pero es la realidad descrita por las hijas de la mujer asesinada.
Bisonó Green era la pareja de su madre. Para ese entonces ellas tenían 5 y 7 años, eran abusadas por su padrastro, pero su madre lo desconocía.
La pareja entró en conflicto y Capellán le interpuso una querella por violencia, que llevó a prisión a Bisonó. Estando este tras las rejas la mujer inició una relación sentimental con Edwin Ferreira Rodríguez y, en ese proceso, se dieron conversaciones entre Bisonó y Capellán que concluyeron en que esta decidió retirarle la querella, lo que dio paso a que él saliera en libertad.
Justo al día siguiente de salir de la cárcel, Bisonó se presentó en la casa donde residía Capellán en el sector Cienfuegos, de Santiago, y la apuñaló, hiriendo también a su compañero de entonces. Al día siguiente, Capellán murió y su victimario desapareció. Según se supo la familia de este divulgó la versión de que Bisonó habría muerto.
Con el paso del tiempo, las niñas fueron creciendo y ya en edad de entender lo ocurrido se mantenían afectadas por el hecho.
Según explicaron, una de ellas supuestamente tuvo un sueño con su madre en el que esta le dijo que buscaran a su homicida porque estaba vivo y la situación activó en ellas la curiosidad por establecer la veracidad o no de la muerte de quien las violó y arrancó la vida a su madre.
Vía las redes. Las dos jovencitas iniciaron búsquedas en Facebook logrando descubrir que ciertamente Bisonó estaba con vida. Entraron a perfiles con los apellidos ‘Bisonó Green’ e hicieron contacto con familiares, pero luego las bloquearon. Sin embargo, pudieron establecer que el hombre había formado una nueva familia, con una mujer que, luego se supo, conocía lo que él había hecho en el pasado y, con esos datos, acudieron a la Inspectoría del Ministerio Público, que dirige el procurador adjunto Bolívar Sánchez, donde se realizó la inteligencia que dio con la captura de Bisonó el pasado jueves.
A pesar del tiempo transcurrido para el arresto, las diligencias por parte del Ministerio Público, representado en el caso por el magistrado Miguel Antonio Ramos, no cesaron. Eso fue lo que mantuvo la vigencia del caso y permitió que no perimiera ante la justicia.