El caballo, completamente desarrollado en América, partió por el entonces istmo, hoy Estrecho de Bering, para poblar Asia y Europa, pero al poco tiempo de la tercera y última migración de equinos al viejo continente, en el nuevo se dejaron de escuchar el sonido de sus relinchos y el tronar de sus cascos en las planicies americanas. El caballo, junto con el resto de la fauna mayor (mamut, mastodontes, elefante, camellos, perezosos grandes y chicos, armadillos gigantes, tigre diente de sable, lobo grande y búfalo) desapareció misteriosamente, sin que los hombres de ciencia hayan podido explicar la causa de este desastre. La única prueba de su existencia está en los huesos perfectamente conservados de miles de esqueletos de animales que quedaron atrapados en el lago gigantesco de asfalto “La Brea Park”, en los Ángeles California. Pasaron siglos de silencio en América, mientras primero en Europa.