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Mientras el caballo sea alimentado a intervalos regulares, las bacterias y microorganismos continúan multiplicándose. Sin embargo, si el caballo no come, estas bacterias comienzan a morirse. Si el caballo no ingiere alimento por un período lo suficientemente largo, puede morirse a tal grado que esta porción del sistema digestivo no está capacitada para digerir un alimento que el caballo consume de repente, porque no hay un número suficiente de bacterias presente para inducir una digestión normal.
Esto puede ocasionar malestares, tales como cólicos, laminitis y otras condiciones relacionadas con esto. Si el caballo deja de comer o si el alimento se le pospone por largo periodo de tiempo debido a largas circunstancias, deberá quitársele el grano o concentrado de la ración por lo menos por una hora.