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La aplicación de empalmadura da buenos resultados en las hernias que sufren los potros o potrancas, que miden menos de 30-40 milímetros. Comúnmente la gente habla de uno o unos y medio dedos en el orificio abdominal.
Es recomendable, de acuerdo a los veterinarios, que se debe realizar la cirugía en cualquier hernia que mida más de 40 a 50 milímetros.
La empalmadura que se utiliza mide aproximadamente ocho pulgadas de largo. Cada extremo tiene un agujero y un tornillo que le permite al veterinario apretar el aparato sobre la hernia.
Es importante cerciorarse de que la empalmadura esté suficientemente apretada, porque de otra manera el periodo de tratamiento se prolonga mucho.
La empalmadura, así como la hernia, debe caerse en siete a diez días después del tratamiento.
El propósito de este aparato es cortar la circulación sanguínea hacia el área afectada.
Una vez que se elimina al abastecimiento nutritivo de esta región desaparece la hernia debido a que el orificio abdominal se cerró gracias al proceso de cicatrización que se formó durante el tiempo en que estaba colocada la empalmadura.
Durante todo este proceso, se debe confirmar al potro o potranca en una caballeriza y tenerlo bajo observación tres o cuatro veces al día bajo una supervisión.