(10 de 13)
A poco de ver, ese “extraño” animal, los naturales de América tuvieron la oportunidad de saber para qué servía. Y lo supieron muy bien en los encuentros y en las matanzas con que culminaron las represiones de Nicolás de Ovando. Estos acabaron con el ahorcamiento de “Anacaona”, la mujer de infeliz Cacique “Caonabo”, con objeto de acabar de una vez por todas La Española. En marzo de 1519 se inició la conquista a México. Los españoles trataban furioso combate con los indios de tabasco y estaban a punto de parecer abrumados por el número de sus adversarios, cuanto éstos, de repente, huyen despavoridos ante la aparición de unos monstruos mitad bestias. Esos extraños seres, lanza en ristre, arremetida contra ellos como un vendaval.
Era el mismo Cortés que, demorado por unos pantanos, llegó a la cabeza de su caballería, a tiempo para salvar al resto de su ejército. ¡Caballería tomada por 14 caballos! De esta manera se iniciaba la conquista de América. Cortés había puesto pie en México con unos cuantos caballos sacados de Cuba. Bernal Díaz del Castillo en su admirable “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, hecha para protestar contra las crónicas académicas que muchos de ello después escribieron “de oído”.