“LOS CASCOS DE LOS CABALLOS EN LAS PRADERAS” (6 de 6)
Se calculó que la cantidad de bisontes ascendían entonces a cincuenta de cabezas. Pike vio manadas enormes de estos, en Texas y en todo el norte de México, y Víctor Shawe dijo que entre el río Columbia y las mesetas del desierto, su número era tan enorme, que una sola manada tomaba desde el alba hasta la noche para por el sitio. En las llanuras del oeste, con el paso de las generaciones, el caballo fue perdiendo en belleza, tamaño y forma, hasta llegar al tipo corriente del llamado “Caballo Vaquero”. De vez en cuando, sin embargo, ocurrió lo que podría llamarse un “retroceso de la raza” y los caballos que de ellos resultaron –más grandes, más ágiles y más hermosos que los comunes- se hicieron más famosos. Todos o casi todos fueron verdaderos Mustangs, de pura sangre árabe y berberisca, sin ninguna de las mezclas que se encuentran en el caballo de hoy. Parte fueron tomados y condensados del libro “Country Gentleman”.