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El expresidente Hipólito Mejía expresó ayer su preocupación por los campesinos y jornaleros que están en proceso de desalojo en el Parque Nacional de Valle Nuevo, en Constanza, medida dispuesta por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
En visita al ministro Francisco Domínguez Brito, propuso un diálogo entre los diferentes sectores para que las familias que viven allí no resulten afectadas.
En efecto, instó a concertar “un diálogo con los sectores antagónicos” para buscarle una solución humana al problema.
Por otra parte, reconoció que en su Gobierno pagó una indemnización millonaria por la apropiación de los terrenos de Valle Nuevo, como hizo también con otros terrenos declarados de utilidad pública.
Al ser cuestionado sobre 11 personas de la familia Guzmán que dicen no fueron indemnizadas en el año 2004, Mejía dijo que él no es responsable de que esa familia se haya dividido y que solo siete miembros fueran resarcidos.
“Ese es un problema de ellos. En una negociación hay cinco hermanos, dos aceptan y tres no. Ese es un problema de ellos, yo no debo meterme en eso. Hay gente que no acepta”, razonó.
El exgobernante aclaró que su propósito es contribuir al diálogo y a una salida satisfactoria, pues “no quiero que me vean como elemento agitador”.
Señaló, además, que durante su gestión tuvo la intención de cuidar los recursos naturales, animado por más de 55 años de experiencia en el campo.
En tanto, el ministro Francisco Domínguez Brito juzgó como positiva la visita del exmandatario, y apoyó la propuesta de diálogo.
Preocupado por el destino de los jornaleros dominicanos de Valle Nuevo, anunció que serán reclutados por el ministerio, y confió en que los productores cesen sus operaciones y ocupen otros lugares.
El funcionario destacó que de los 409 productores de la zona, varios ya han sido desalojados y a otros se les ha impedido reocupar las tierras que antes poseían.
Resaltó, asimismo, que el ministerio desarrolla una labor permanente con los campesinos y braceros de Valle Nuevo, a quienes explica el proceso de desalojo para evitar injusticias.
Domínguez Brito reiteró que se cumplirá el plazo fijado por la institución, con apego al diálogo y la ley.
“Para rescatar Valle Nuevo hay que atender los problemas humanos de la gente, que no se maltrate a nadie, que no haya irrespeto, que no se le vaya a tumbar una casita a un ancianito o un niño y tirarlo a la calle”, expresó.
El Ministerio de Medio Ambiente fijó el 29 de enero como fecha tope para que los productores de Valle Nuevo desmonten sus estructuras de producción y abandonen el parque.
