La menta es una hierba aromática muy preciada en la gastronomía, especialmente en la elaboración de postres y cócteles, gracias al agradable aroma que aporta y a su inconfundible frescura.
Su valor culinario va más allá de las elaboraciones dulces o las bebidas, ya que se puede utilizar para preparar cremas, aliños, legumbres, pescados, guisos, pastas; también se puede consumir cruda en las ensaladas y para elaborar salsas para carnes rojas y blancas.
Combina perfectamente con otras hierbas como el eneldo, el perejil, el comino y el clavo de olor.
Existe una gran variedad de esta hierba aromática. Se estima que hay más de 600 tipos de menta en el mundo. Entre los nombres más comunes están: Mentha, mastranto, hierbabuena, piperita…
Se puede consumir fresca y seca, esta última es ideal para acompañar las sopas frías y para sazonar pescados y carnes.
Para consumirla fresca, usted puede plantarla en casa y cortar unas cuantas hojas cada vez que requiera de su frescura y aroma.
Su cultivo en el hogar es relativamente fácil ya que no tiene demasiados requerimientos. .