París. El presidente francés, François Hollande, reunió hoy en París a una decena de líderes socialdemócratas europeos horas antes del Consejo Europeo de Bruselas, para formar un frente común que combata la política de austeridad financiera preconizada por la canciller alemana, Angela Merkel.
Los participantes, entre los que se encontraban el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, acordaron pedir la convocatoria de una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) centrada “en el crecimiento y el empleo” para el próximo 6 de octubre en Italia, anunció Hollande.
Tras esa cumbre debe celebrarse una reunión del Eurogrupo que impulse el cambio en la estrategia económica, con menos austeridad y más políticas de estímulo de la economía.
“Los participantes en esta reunión creemos necesario reorientar Europa para que responda más de lo que lo hace actualmente a las preocupaciones de los ciudadanos en términos de empleo y crecimiento”, aseguró el presidente francés.
Con ese planteamiento, Hollande y el resto de socialdemócratas, entre ellos los jefes de Gobierno de Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Malta, Rumanía y Eslovaquia y representantes de República Checa, Luxemburgo y Holanda, pretenden que los asuntos económicos entren en la agenda del Consejo Europeo, consagrado inicialmente a los nombramientos comunitarios y a la situación internacional.
Hollande señaló que la situación económica, con una “recuperación muy débil” y una “actividad muy baja que provoca paro”, exige ese cambio de rumbo y recordó que el propio presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ya apostó por una “suavización” de la política monetaria.
“Hay una insuficiencia de la demanda en Europa”, afirmó el mandatario francés, que preconizó políticas activas de estímulo de la misma para revitalizar una economía en punto muerto.
Consideró que se dan las condiciones para producir el giro en el seno de la UE e introducir un círculo virtuoso en el que “las reformas deben aportar crecimiento y el crecimiento debe permitir que se afronten más reformas».
Para ello, los países han de tener “flexibilidad” en la aplicación del pacto presupuestario europeo que obliga a los países a limitar su déficit público, lo que puede afectar al crecimiento.
“Francia y los países que han participado en este encuentro quieren que los compromisos se respeten. Pero también que haya márgenes, flexibilidad, que los ritmos de reducción del déficit sean compatibles con los objetivos de crecimiento”, dijo.
En paralelo, pedirán que se aplique “a finales de este año o principios del siguiente” el plan de inversiones de 300.000 millones de euros anunciado por el futuro presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El frente socialdemócrata también defenderá la candidatura de la ministra italiana de Exteriores, Federica Mogherini, como sustituta de Catherine Ashton al frente de la diplomacia comunitaria.
“Es una buena candidata. No solo porque es socialdemócrata o porque tiene el apoyo de Renzi. Es joven, pero tiene la experiencia necesaria para el puesto, como ministra italiana ha afrontado el conjunto de las crisis actuales.
Creo que será elegida esta noche”, opinó el presidente francés. Los líderes socialdemócratas no expresaron su respaldo a ningún aspirante al puesto de presidente del Consejo Europeo en sustitución de Herman Van Rompuy, pese a que la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, candidata oficiosa al cargo, participó en el encuentro de París.
Sabedores de que el jefe del Gobierno polaco, el conservador Donald Tusk, parte con ventaja, se conformaron con pedir que se haga “con consenso y sin consideraciones partidarias” y que se reserve a un socialdemócrata el puesto de comisario encargado de la coordinación de la política económica en el futuro Ejecutivo comunitario.