Las aulas convocan a retornar a clases desde hoy. Es el inicio del año escolar 2016-2017. Aunque sea para romper con una mala costumbre, la asistencia debería ser masiva y entusiasta desde el primer día. La escuela ha cambiado mucho, y aunque son más las transformaciones pendientes que las ejecutadas, se siente que, con el impulso del 4% del PIB y un poco de voluntad política, avanzamos poco a poco hacia mejor calidad educativa. La Tanda Extendida se generaliza y es, por sí misma, un logro importante.
Apenas unos días antes de iniciar el año escolar, el Poder Ejecutivo sustituyó al ministro de Educación. En un país en el que la continuidad del Estado se supone real, el cambio de un funcionario no debería significar modificaciones de último minuto en el programa educativo del año escolar que comienza (¿O acaso sí?). De cualquier manera, es de vital importancia que los estudiantes aprovechen el tiempo de docencia, y que sus padres entiendan la necesidad de aprovecharlo.
El presidente Danilo Medina prometió, en su más reciente discurso al país, que en este cuatrienio reforzará el énfasis en la preparación del personal docente. Es de vital importancia que cumpla esta promesa. Es impropio suponer que las lagunas de aprendizaje, tan abundantes y dramáticas en nuestro país, son culpa exclusiva del estudiante.

Fiscalización deficiente

Algunos gobiernos municipales iniciaron su gestión atados de manos por falta de recursos financieros y equipos. En algunos casos, las deudas encontradas resultan abrumadoras si se las compara con los ingresos corrientes de esos ayuntamientos. Se conoce de un caso, el del municipio de San Cristóbal, en que el alcalde debió pedir y obtener del Concejo de Regidores, poderes especiales para adoptar las medidas que le permitan enfrentar la crisis de aseo que afecta a la demarcación.

Entre manejo inadecuado de las finanzas y falta de fiscalización rigurosa, están las causas principales de estas agudas carencias. Por mal hábito, la mayoría de los gobiernos municipales no rinden cuenta oportuna de sus ejecuciones, y el hecho de que nadie se las exija trae las consecuencias que están padeciendo uno que otro municipio.