El Hospital Municipal de Haina, en reconstrucción desde hace más de tres años, ha reducido sus servicios a consultas médicas, la unidad de emergencia fue ubicada en un furgón, con dos sanitarios móviles en el parqueo y no fue incluido en la cobertura del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, debido a que sus áreas de cirugía están suspendidas.
Otras especialidades están fuera de operación durante la etapa de ampliación. La planta física está literalmente demolida en su interior.
Mientras, la comunidad clama por asistencia sanitaria y pacientes denuncian que las consultas internas empiezan a la 1:00 p.m., pero que deben hacer turnos desde las 8:00 a.m.
Este subcentro médico de Bajos de Haina, en San Cristóbal, solo recibe 500 mil pesos de subvención mensual, sin embargo, en la realidad apenas cuenta con 300 mil pesos. Esto se debe a que le descuentan 200 mil por lo que le suple el Programa de Medicamentos Esenciales/Central de Apoyo Logístico (Promese/Cal). En estas condiciones, el hospital se ve imposibilitado de hacerle frente a las demandas sanitarias de una población en crecimiento.
En una visita que reporteros de Hoy hicieron ayer a este centro, el más cercano a la capital del país en la ruta del Sur, fue suficiente para palpar el estado de desesperación de los pacientes. Citamos varios casos que ponen en evidencia la calamidad en la atención: Luis, un joven de unos 22 años, sufrió un accidente de tránsito en la noche del pasado domingo. Lo llevaron a este hospital porque supuestamente le pasó por encima un neumático de una camioneta. Lo remitieron a los hospitales Juan Pablo Pina y al Jacinto Mañón, en San Cristóbal, donde le colocaron un suero y lo despacharon. Ayer, lo volvieron a llevar al hospital de Haina, porque el joven perdió la memoria y tenía dolor. Su hermano, Angomás Joy y siete amigos insistían para que lo trasladaron a un hospital grande.
Luis aparentaba tener rotura interna. Sus pies estaban blancos y movía la cabeza sin comer durante dos días, sin que le practicaran estudios de rayos X para para determinar su mal.
Julia Soler, con una niña de tres meses en el hombro y una de un año y cinco meses parada entre las piernas, comía un moro con carne que compró cerca del centro, esperando a las 2:00 p.m. para consulta de pediatría. Llegó a las 11:00 y tenía el número 11, preocupada porque en la casa estaban sus dos hijos, de 9 y 14 años, que iban para la escuela y apenas comieron una sopa.
Henry Marte, estudiante de comunicación y usuario del centro, ha escrito sobre la falta de medicamento y de médicos. Expresó que funcionarios del Gobierno visitaron el centro y aceleraron la obra. Danilo Astacio se quejó de la carencia de ambulancia y de que los pacientes tengan que pagar taxis para movilizarse en horas de la noche de este centro médico a un hospital en San Cristóbal.
El director. El doctor Guillermo Dicló, a cargo del Hospital de Haina desde hace seis años, admite que el centro denominado de Barsequillo (nombre del sector) ha disminuido los servicios por la reconstrucción. Dijo que luego entraran al 9.1.1.
El centro tiene un amplio terreno, disponía de 40 camas y ofrecía casi todas las especialidades. Confía en que la remodelación lo convertirá en un hospital moderno, con 18 habitaciones, cada una con dos camas.
En entrevista con este diario, Dicló declaró que el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, supervisó el centro el pasado sábado y los trabajos están avanzando bastante “y tenemos buenas perspectivas”. La construcción la tiene la Oficina Supervisora de Obras del Estado (Oisoe).
En la emergencia en construcción, trabajadores adelantaron que se planea entregarla al 15 de enero. Empero, el trabajo pediente tardaría más tiempo. Dicló, ginecólogo-obstetra, administra crisis y muchas emergencias por la autopista 6 de Noviembre. Dijo que asistían a miles personas por año en tiempos normales y atendían 1,200 partos, aunque por la reconstrucción no tienen área de parto.
En la cartera de servicios estaban las cirugías ginecológicas y estudios de colposcopia; cirugía general, ortopedia, cardiología, oftalmología, psiquiatría. Un programa para adolescentes y salud sexual. Dijo que trabajan con poblaciones de Haina, El Carril y Nigua, hasta pacientes del kilómetro 12 de la carretera Sánchez en Santo Domingo.