Hospitales de Monte Plata: las dos caras de un servicio vital

Hospitales de Monte Plata: las dos caras de un servicio vital

En Monte Plata hay dos servicios de salud: uno eficiente, otro limitado. El contraste es tan marcado como marcados son los servicios que ofrecen el Hospital Materno-Infantil de Yamasá y el Hospital Municipal de Sabana Grande de Boyá. Ambos centros recogen lo peor y lo mejor del sistema de salud.
Así, no sorprende que las limitaciones del hospital de Yamasá vayan de filtraciones en techos hasta la ambulancia dañada. Además, la reestructuración del personal implementada por la dirección del hospital, busca depurar los perfiles que respondan a las necesidades del centro médico.
Aunque lleva pocos días como director interino del hospital, el doctor Eugenio Gómez está consciente de los escollos que tiene por delante. Aun así, pide dos dos meses para corregir las deficiencias del centro asistencial y convertirlo en un modelo de gestión.
Sus aspiraciones son tan urgentes como las propias limitaciones. En efecto, desea reparar la ambulancia -dañada desde hace un año-, anhela que el hospital sea habilitado para recibir seguros médicos privados, quiere reorganizar los servicios y remodelar las instalaciones físicas, y eficientizar el personal de médicos, enfermeras, conserjes y vigilantes.
Según el director, la reestructuración ya empezó: “Estamos reorganizando los servicios, el hospital está bajo una auditoría financiera y se hará una auditoría en recursos humanos para evaluar los perfiles”.
El lunes se comprobó que personas remueven escombros del hospital y desprenden puertas inservibles.
El galeno percibe que habrá resistencia por parte de “personas que no reúnen las condiciones”. Sin embargo, está decidido a hacerlo para que el Hospital Materno-Infantil de Yamasá sea un modelo de salud.
El modelo está muy cerca: el Hospital Municipal Pedro Heredia Rojas, de Sabana Grande de Boyá.
Su director, Jesús Mejía, no teme mostrar consultorios, salas de espera, áreas de atención, camillas, equipos, baños, plantas eléctricas. Todo allí está impecable; la comparación con una clínica no es ociosa.
Ante los problemas que acusan al sistema de salud, admitidos por las propias autoridades, ¿a qué se debe el éxito de ese centro? El mismo director lo explica: “Nos enfocamos en la habilitación, trabajamos con las diferentes ARS, somos autogestionables y hablamos el mismo idioma”.
Allí son atendidos todos los pacientes, tengan o no seguro médico. Algunos deben ser referidos al hospital principal de Monte Plata, y otros con politraumatismos son remitidos a los hospitales Ney Arias Lora y Darío Contreras, en Santo Domingo. Para los referimientos hay dos ambulancias.
El hospital lleva charlas y consultas a diferentes zonas, principalmente bateyes, y promueve la medicina preventiva.
Aunque es un centro de segundo nivel, tiene aspectos de un tercero: consultas de ortopedia, urología, cardiología y odontología, y equipos avanzados.
El doctor Mejía ha sido reconocido por sus aportes, pero lo que más le enorgullece es el reconocimiento de los más pobres.

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