Hospitales del área metropolitana atendieron 1,500 heridos el 31

Hospitales del área metropolitana atendieron 1,500 heridos el 31

La carencia, los gritos de auxilio y más de 1500 heridos, fue el panorama que «vivieron» los médicos que cubrieron las emergencias de los principales hospitales de Santo Domingo y el Distrito Nacional durante la noche del 31 de diciembre.

Los hospitales Darío Contreras, Luis Eduardo Aybar, Francisco Moscoso Puello y Robert Reid Cabral, atendieron el mayor número de casos, confirmó HOY en un recorrido efectuado ayer.

El panorama en los hospitales que tratan los mayores casos de violencia y traumatología era desolador, pues allí no había siquiera catéteres.

La mayor afluencia de pacientes recibidos en las emergencias fueron heridos por armas blancas, las riñas, algunos de bala. Las siguientes se debieron a los accidentes de tránsito.

En esos hospitales la carencia se puso nueva vez de manifiesto, pues aunque las emergencias tenían medicamentos esenciales, todo resultó insuficiente, la violencia desbordó la capacidad de los centros de salud.

Sólo desde la media noche del 31 de diciembre hasta la media mañana del día de ayer, la emergencia del Darío Contreras había atendido más de 600 personas, la mayoría de ellas estaba ebria y con heridas en el cráneo.

Los pasillos que dan acceso a la unidad de Cuidados Intensivos estaban repletas de personas con heridas y en estado de gravedad, pero allí tenían que esperar su turno, porque todo estaba lleno.

En el hospital Francisco Moscoso Puello, los médicos no alcanzaban para más. Es que durante la noche atendieron más de 30 emergencias con heridos de armas blanca, fuegos artificiales y heridas de bala. Sin embargo, en las primeras horas del primer día del año los médicos de emergencia estaban como al principio, curando las heridas y enviando pacientes a sala de cirugía. Más de 170 pacientes heridos y con quemaduras de fuegos artificiales se recibieron ayer.

Algunos galenos que llevan años ejerciendo su profesión, se preguntaban por qué los dominicanos pierden las perspectivas y toman tanto alcohol en festividades que deberían ser usadas para evaluar y trazarse metas.

«Este hospital, más que Francisco Moscoso Puello debería llamarse Capotillo», dijo un médicos de emergencia, quien todavía no había podido entregar su turno. Eran las 11 de la mañana y el había amanecido en su puesto. Se refería a que las emergencias violentas que allí llegan son en su mayoría de ese sector.

Una de las empleadas del área de limpieza aseguró que estaba asqueada de la tanta sangre que había recogido durante la noche del 31 de diciembre. Ella no se explica por qué la gente se comporta así.

En ese centro también acudieron alrededor de 20 niños con quemaduras por uso de fuegos artificiales.

[b]NO ME DEJEN MORIR[/b]

José Miguel Cordero del Rosario se debatía ayer entre la vida y la muerte. Había recibido una puñalada en el costado izquierdo que le perforó el pulmón, cuando se produjo un apagón en la cárcel de La Victoria.

Pero no había siquiera un catéter para canalizarle una vena y enviarlo a cirugía. La emergencia de ese centro se asemejaba ayer a una carnicería.

En medio de toda esa situación, los médicos denunciaron que no han cobrado la quincena del 25 de diciembre, pero que aún así, por la característica de su profesión, tuvieron que laborar.

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