Hoy se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Esta declaración, como todas las de este tipo en la ONU, busca “sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas, o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes”.
Apropósito de este día, desde la ONU se ha exhortado “a los países y a las comunidades, a que sigan mejorando la vida de todas las personas destruidas por el abuso de drogas, combinando la protección y la seguridad pública con un mayor hincapié en la salud, los derechos humanos y el desarrollo sostenible».
El Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, encuentra de nuevo a la República Dominicana con una agenda pendiente.
Es necesario, como recomienda la ONU, que los gobernantes tomen medidas para diseñar una política de drogas integral, que privilegiando la reducción de la demanda, tenga como centro a la persona y su salud, respetando los derechos humanos.
Estas motivaciones y recomendaciones de la ONU no han sido tomadas en cuenta por nuestros dirigentes. La República Dominicana, continúa sin hacer cambios significativos en unas políticas represivas, que como se ha dicho muchas veces, resultan peores que las drogas a las que dicen combatir. Se ha hecho de lo punitivo una especie de dogma, a pesar de que los resultados de estas políticas son incapaces de mostrar resultados positivos.
Las políticas públicas de nuestro país en materia de drogas, siguen descansando fundamentalmente en las labores de control y represión. Pero además, estas labores de control y represión son limitadas por la corrupción, pero además su aplicación solo a los sectores más empobrecidos del país es profundamente injusta. No tenemos una estrategia preventiva, carecemos de un sistema de tratamiento.
Las personas con problemas de adicción se siguen viendo como “manzanas podridas”, delincuentes, y no como personas con un problema de salud. En las perspectivas actuales, a las personas usuarias de drogas se les violan sus derechos sistemáticamente. No tenemos investigaciones y carecemos de propuestas formativas. Y por supuesto que las personas que terminan un tratamiento sobre drogadicción, en general precario, no tienen posibilidad de una inserción social que favorezca el mantenimiento de la abstinencia.
En sociedades cercanas se avanza en la despenalización de los consumos, se avanza en legislaciones que facilitan el uso médico de sustancias como la marihuana, y en no procesar como delincuentes a los usuarios de sustancias. Se descentralizan las estrategias mejorando las legislaciones, sumando las autoridades locales y municipales.
En RD, en cambio, en materia de drogas, seguimos actuando con un fundamentalismo anacrónico. ¿Cómo puede ser exitosa una política para enfrentar un fenómeno social, como es el de las drogas, privilegiando solo medidas punitivas.
Este 26 de Junio, Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, como también recomienda la ONU, es necesario que la sociedad levante su voz para exigir a los dirigentes cumplir con su responsabilidad.
Se tiene que exigir cambiar estas políticas, que no solo son ineficaces, sino que son peores que las drogas, porque dañan a los jóvenes, a la familia, y fomentan la corrupción.