Hoy 21 de enero se celebra el Día de la Virgen de la Altagracia, ocasión que los fieles católicos aprovechan para visitar la Basílica de Higüey. Algunos van en busca de milagros, otros a agradecer algún deseo concedido por la “Protectora” del pueblo dominicano, mientras que muchos sólo van porque lo invita algún amigo o por cualquier motivo no relacionado a lo religioso.
«Trato de ir cada año a la Basílica de Higüey. Cuando no puedo el mismo 21, pues voy otro día. El punto es poder tocar su imagen para dar gracias por todos los deseos cumplidos», expresó con gran emotividad doña Margarita, quien desde muy pequeña sigue esta tradición.
Esta costumbre es también seguida por Alberto Pacheco, quien asegura que sin importar en la parte del mundo en la que se encuentre, trata de estar en la República Dominicana para esta fecha, para ir a ver la Virgen.
«En ocasiones se me dificulta estar en el país para esta temporada; creo que sólo dos años no pude cumplir desde que empecé hacerlo hace ya más de 20 años», comentó Pacheco, en su esfuerzo por tratar traer al presente aquellos tiempos que marcaron su vida.
Y prosiguió: «¿Por qué usted me pregunta? Mi familia es muy religiosa, por lo que desde pequeño me llamó la atención el este mundo, pero cuando tenía unos 17 años estaba muy enfermo, por lo que mi madre, que en paz descanse, desesperada por mi condición de salud fue a suplicar a la Virgen que me salvara, y ya ves, sigo vivo. Esa es sola una de las razones», recordó.
Los incrédulos. Sin embargo, no todos son tan devotos con la Virgen de la Altagracia. Hay quienes en algún momento de su vida fueron a ver la Virgen sólo para «matar» la curiosidad. Tal es el caso de José Jiménez, quien confesó que su único interés en visitar el «santo lugar» fue comprobar qué tenía de especial.
«Fui a ver gente ignorante que va arrastrarse por todo la calle hasta llegar a la imagen de la Virgen para cumplir promesas», declaró el joven de 35 años de edad.
Al igual que Jiménez, Omar Pérez dijo asistió el año pasado sólo para estar en «coro». Cada año en el barrio (Capotillo) mis amigos alquilan una guagua para ir a Higüey el 21. Muchos van «disque» por que tienen que cumplir promesas, yo fui para compartir con los panas, porque en esos viajes se goza mucho».
Virgen de la Altagracia: Origen de la imagen y la devoción
Independientemente de cuál sea su postura: creyente o no, nunca está demás conocer de la ceremonia que se ha convertido en tradición en la República Dominicana.
Lo primero es definir la concepción teológica del nombre: La Alta-Gracia, referida a María, significa que a María se le concedió la más alta gracia, que es ser la Madre de Dios. Así lo detallan algunos estudiosos del tema, en que puedo mencionar al padre Daniel Guerra de España.
Por su lado, Monseñor Ramón de la Rosa y Carpio, en su tesis sobre la “Nuestra Señora de la Alta Gracia de Higüey: Iconografía, Teología y Pastoral” recuerda datos interesantes, entre los que sobresalen:
• La Imagen de la Altagracia (óleo sobre lienzo de fines del siglo xv o a comienzos del siglo xv) y la villa de Salvaleón de de Higüey están unidos casi desde la fundación de ésta hacia 1506.
• En un documento de 1650, escrito por el canónigo dominicano Jerónimo de Alcocer, se dice que es sabido por todos que la imagen fue llevada a de Higüey por los hermanos Antonio y Alonso Trejo.
• La versión popular cuenta que la Imagen de la Altagracia le fue dada por un anciano, de manera casi milagrosa, a un padre para su hija, que le había pedido se la trajera de la Capital. La Imagen desapareció de la casa y se apareció en un naranjo. La retomaron a la casa, pero el hecho se repitió varias veces: desaparición de la casa y aparición en el naranjo.
La gente interpretó este acontecimiento como un deseo de la Virgen para que se le colocara en la ermita parroquial; y así se hizo. Al ir aumentando el número de peregrinos visitantes, se construyó un templo más grande, consagrado en 1572 (el llamado Santuario Antiguo) y luego la actual Basílica inaugurada en 1971 y consagrada en 1972.
Por qué el 21 de enero
Algunos historiadores coinciden que la lección de este día se debió a que fue cuando se celebró la Batalla de la Sabana Real, donde el ejército de los españoles, encabezado por Antonio Miniel derrotó al ejército francés el 21 de enero de 1690.
Otra de versión cuenta que los españoles le pidieron a la Virgen de la Altagracia, que les ayudara a ganar la batalla, estos ganaron y el 21 de enero, realizaron una gran fiesta religiosa, con motivo de veneración a la Altagracia.
Fuese cierto o no la historia así lo aceptó, en 1692 el poder eclesiástico de la Iglesia Católica declaró el 21 de enero fiesta oficial, pero no fue hasta el gobierno de Horacio Vásquez, en 1899 que fue reconocido como día no laborable, de fiesta nacional, dice la historia.
Doblemente privilegiada
En el Portal Eduacando.edu.do encontramos que Nuestra Señora de la Altagracia ha tenido el privilegio especial de haber sido coronada dos veces por las máximas autoridades de la Iglesia Católica, el Papa Pío XI y Juan Pablo II.
Su primera coronación fue el 15 de agosto de 1922, cuando el pontífice Papa Pío XI se encontraba en el país, y desde el Baluarte 27 de Febrero, hoy Puerta del Conde, la Altagracia fue canónicamente coronada bajo el título de Nuestra Señora de la Altagracia.
Durante la primera visita del Papa Juan Pablo II, el 25 de enero de 1979, este bendijo el Santuario de la Altagracia, hoy Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia y el 12 de octubre de 1992, en su segunda visita al país, el Papa Juan Pablo II coronó
personalmente a la imagen de La Altagracia con una diadema de plata sobredorada.
Basílica Nuestra Señora de la Altagracia
La Basílica actual fue inaugurada el 21 de enero de 1971 para reemplazar al antiguo santuario construido en el 1572.
Los arquitectos que realizaron la construcción fueron los franceses A. Dunover de Segonazc y Pierre Dupré.
En el monumento se exhibe un cuadro de la virgen de 33.5 centímetros de ancho por 45 centímetros de alto. El marco que sostiene la imagen es de oro y piedras preciosas.
Actividades programadas para hoy, 21 de enero
5:30 a.m. P. Fray José María Guerrero
7:00 a.m. P. Arnaldo Bazán
10:00 a.m. Misa Solemne presidida por Monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, obispo de la diócesis, concelebrada por monseñor Santiago Rodríguez Rodríguez, obispo de San Pedro de Macorís y todo el Clero Diocesano, con la asistencia del presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, la Primera Dama Cándida Montilla de Medina y otros miembros de su gabinete.
12:00 m. P. Evaristo Areché Freijomil
1:00 p.m. Misa en Creole para los peregrinos haitianos
3:00 p.m. P. José Alberto Tejada
4:30 p.m. Solemne procesión por las calles de Higüey con la Imagen de Nuestra Señora de la Altagracia, presidida por monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, organizada por las Damas y Caballeros de la Altagracia, el Cuerpo de Bomberos, el Club de Leones y acompañada por la banda de música de la Fuerza Aérea Dominicana. Con la participación de los peregrinos y una representación de todas las parroquias, asociaciones, movimientos, escuelas y colegios católicos de nuestra zona pastoral.
6:00 p.m. P. Álvaro Merino
7:00 p.m. Vigilia de Oración y Alabanza con el grupo de peregrinos haitianos «Les Amis de Marie».
Qué encontrará si asiste a la Basílica
Además del mar de gente que como he de esperarse, hay en este lugar, en especial, el 21 de enero, en los alrededores de la basílica podrá comprar objetos útiles para agradecer por el milagro recibidos, así como pequeños detalles que le recuerden su visita. Entre los accesorios que puede adquirir están los velones, rosarios, imágenes, pulseras. Eso si «todo» de la virgen.