Huelgas en la justicia

Huelgas en la justicia

Claudio Acosta.

Huelgas en la justicia.- Rosa Iris Linares, vicepresidenta de la Asociación para el Desarrollo y el Fortalecimiento de los Defensores Públicos en la República Dominicana, calificó de exitoso el paro de labores que el pasado martes forzó la suspensión de por lo menos 450 procesos penales que debieron celebrarse en los tribunales de la República, y probablemente lo hizo con la misma complacencia y convicción conque maestros, médicos y transportistas utilizan esa palabra para calificar los resultados de sus trastornadoras protestas. Pero es evidente que los cientos de personas que el martes pasado vieron frustradas sus posibilidades de recibir justicia opinan todo lo contrario, como no hay forma de convencer a un ciudadano con dos dedos de frente y tres de sensatez de que llegar dos horas tarde a su trabajo a causa de un “paro sorpresa” en el transporte pueda ser un éxito para alguien. A las inconsecuentes huelgas de médicos y maestros nos hemos acostumbrado mas por imposición que por tolerancia, y hay que señalar, para honrar a la verdad, que los paros y protestas de choferes y transportistas son ya parte de nuestras vidas, pues ningún gobierno desde la dictadura para acá ha conseguido meterlos en cintura, sea porque les tienen miedo o han preferido utilizarlos para sus propios fines. ¿Terminará pasando lo mismo con abogados, fiscales y jueces, que por cierto hace rato se olvidaron de que solo deberían hablar por sentencias? ¿Se convertirán nuestros tribunales en escenarios de huelgas y paros por cualquier quítame esta paja, como ya ocurre en escuelas y hospitales? Al paso que vamos me veo tentado a responder afirmativamente, mas que nada por nuestra mala costumbre de no plantarle cara a los problemas hasta que son tan grandes que no tienen solución, y no queda otra salida que aprender a convivir con ellos como se aprende a convivir con una enfermedad incurable que, inevitablemente, terminará matándonos.

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