Tin marín, de dos pingué, cúcara mácara… ¡títere fue!… ¡Tannnnn!… Así sonó la campana de la alegría en lo más interior de Píndaro el pasado sábado, al participar como invitado en el encuentro navideño de un montón de gente a la que le gusta pensar… y pensar… y pensar… para después crear inquietudes entre ustedes los que clavan sus dos linternas humanas periódicamente en el HOY, o en El Nacional, o en El Día… Son, los asiduos colaboradores de las columnas que calientan y enfrían el ambiente, dependiendo de cómo lo sientan…

“Anjá, mira, mira, mira…. ¡Cuánta gente que hacía tiempo que no veía!” –exclama-… En la puerta más cercana, el paredón del cerdo asado y un moro de guandules que daba la hora y que te recordaba que podías comer de todo, porque era el mediodía, estaban tres erguidas pero sonrientes figuras –Bienvenido Alvarez Vega, Rafaelito Molina Morillo y Pilar Albiac- quienes extendían su mano y te tocaban el hombro derecho con la otra, para transmitirte su deseo de bienvenida a este encuentro anual…

De un momento a otro y entre la alegría del intercambio de miradas y expresiones propias de fin de año, suena en un extremo del salón la melodía de un merengue que, sin perder sus cadencias, permite a todos conversar y revivir experiencias…. ¿Y ese, en aquella mesa de atrás… no es el embajador Roberto Saladín?” –pregunta Píndaro.. “Anjá, pero además mira lo bien acompañado que está” …Con él conversan Pepín Corripio, Rafael Molina Morillo, Violeta Yangüela y Frederick Bergés, mientras los demás en ese selecto grupo ponen en posición de atención sus orejas y mueven sus cabezas, asintiendo…

En la mesa de al lado se ha juntado un grupo que, de tanto hablar entre sí, casi se pueden inscribir entre los que compiten en un privilegiado gimnasio para ejercitar su cuello hasta fortalecerlo de tanto moverlo y sonreir al mismo tiempo… Bonaparte –cariñosamente Cabito- Gautreau, Julio González, Tirso Mejía Ricart y Julio Martínez Pozo liderean esa mesa que, dicho sea de paso, es la más próxima al inicio para degustar el manjar que se ha preparado…

Cuando el cuorum parecía haberse completado, dos camareros aparecen como de la nada y, por arte de magia, colocan una mesa extra, pues este año la respuesta ha sido masiva …Las caras de satisfacción de los asistentes así lo demuestran… En ella se agrupan José Silié, Rafael Peralta Romero, Carlos Camino y otros que se aseguran de que la música ambiental de Jorge Solano no pare y siga con sus aguinaldos…

En una mesa próxima, los diálogos se hacen cada vez más intensos y adentrados en plena Navidad, en el compartir de Julio Cury, Guillermo Caram, los magistrados Eddy Olivares y Rafael Ciprián, Sergio Sarita, Pilar Albiac, Jesús Feris Iglesias, Ubi Rivas y Bienvenido Alvarez Vega… “Uffffffff…. Que mesa más fuerte, mi hermano! –exclama Píndaro- “Desde ahí se puede captar expresiones que saltan al bullicio desde cada mesa…”.

Casi sobre los instrumentos del trío y como si tanbién quisieran tocarlos, están felices y hablando entre sí René Fiallo, Juan TH y César Pichardo, mientras otros escuchan la explicación sobre cómo lograr estar en el Bufeo…

“Y tú… ¿Dónde estabas, Píndaro?” –pregunta un amigo lector-… “Ahhhh, yo me aseguré de que en mi mesa hubiera Arte –Doña Carmen Heredia de Guerrero-, Pueblo –Mario Emilio Pérez-, y la historia de la publicidad –Donald Rowland…., quienes, junto a otros tres comensales, completaron el magnifico ‘coro’ que mientras no hablaba ¡probó todo el menú del Lina!”

“¿Y por qué no hacen esto más a menudo?” –cuestiona Píndaro-… Y, la respuesta no se hace esperar: “Si lo repiten con más frecuencia, Mario Emilio Pérez no va a poder escribir sus estampas dominicanas como lo ha venido haciendo hasta ahora… Puede que su mente se concentre más en la variedad de las exquisiteses de lo que va a ingerir, que en sus personajes alegres y bullangueros… Es mejor, tener este trascendente recuerdo y esperar hasta el año que viene. Mientras tanto… sigamos escribiendo para que, de nuestras cabezas, siga brotando humo especial para nuestros lectores y su ambiente”.