Ayer asistí a la inauguración del III Clásico de Tenis de Mesa “Mario Alvarez Soto”, en el club Naco, el cual está dedicado a sus hermanos, también tenismesistas, Jaime y Emil Alvarez Soto.
Sin lugar a dudas, en esos tres deportistas se conjuga la decencia, la buena educación, la unión familiar y tres ejemplos de hombres puros en la sociedad dominicana.
Estoy más que seguro que sus padres, doña Matilde y el fenecido Mario Alvarez Dugan están más que satisfechos de los logros de sus hijos en la vida deportiva y profesional.
Mario Alvarez Soto acompaña a su padre, Cuchito, en el Pabellón de la Fama y también a su abuelo materno.
Francisco Boyero, director de Deportes del club Naco, sigue elevando los mejores valores de la sociedad con esta dedicatoria y con la continuidad del Clásico Mario Alvarez Soto.
Los jóvenes que entrenan y juegan tenis de mesa en el tradicional club Naco tienen en Mario Alvarez Soto un gran referente, en todos los sentidos.
Me sentí feliz al darle un abrazo a Mario Alvarez Soto y sus hermanos.