Hablo claro y eso tiende a irritar.
El año pasado para esta fecha escribí que dudaba que Vladimir Guerrero fuera electo al Salón de la Fama y así ocurrió.
¿La razón?
Vladimir fue un gran jugador, pero de poco “mercadeo” y eso influye a la hora de votar.
Este año el hombre se movió, incluso hizo varios Media Tours en Estados Unidos, fue al Juego de Estrellas, a partidos de serie regular, se puso donde “El capitán lo viera”, y hoy los vientos soplan a su favor para ser inmortal.
En su primer año de elegibilidad, Guerrero recibió el 71.7% de los votos de la Asociación de Escritores de Béisbol. Su carrera fue muy exitosa: Bateo de por vida de .318, 449 jonrones, 1,496 carreras empujadas y 1,328 anotadas.
Guerrero nueve veces convocado al Juego de Estrellas, pasó las primeras ocho temporadas de su carrera con los Expos de Montreal antes de firmar con los Angelinos como agente libre. Al principio de su carrera enseñó que tenía todas las herramientas. Poderoso brazo y su tendencia a darle swing a cualquier pitcheo.
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