Vladimir Guerrero no invirtió mucho tiempo para hablar en los medios de comunicación.
Según él mismo, asunto de timidez, pero en lo que eso ocurría, sí tuvo muy buenas relaciones con sus colegas peloteros y de ellos aprendió mucho.
Los primeros consejos los recibió de Felipe Alou, quien lo instruyó a siempre ser el primer jugador en llegar al play.
Cuenta Vladimir que eso influyó mucho positivamente a lo largo de su carrera. También aprendió de Moisés Alou, Pedro Martínez, David Ortiz y Albert Pujols, entre otros.
Vlad fue el tipo de pelotero que “siempre estaba en su pelota”.
Cuando arrancó con los Expos de Montreal en 1996, Guerrero lo tenía todo: Brazo, velocidad, bateo de línea y de poder.
Allí jugó 7 temporadas, pero su dinero grande y premio de Más Valioso lo consiguió con los Angelinos de Anaheim.
Los últimos dos años de su carrera fueron con los Vigilantes de Texas y los Orioles de Baltimore.
Jugó 16 temporadas en Grandes Ligas, pegó 449 jonrones y remolcó 1,496 carreras.
Es importante resaltar que aunque no fue un jugador de 500 jonrones, mantenerse “limpio” en la Era de los Esteroides valió mucho.
Con 43 años de edad (Muy joven todavía), Guerrero no explica qué hará en el futuro.
En lo inmediato, no le atrae la idea de ser coach, instructor de bateo o mánager.
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