Cristóbal Marte ya tiene un puesto de honor como uno de los más grandes propulsores deportivos del país.

En algún momento deberá entrar de manera unánime al Pabellón de la Fama de RD.

Cuando se observa lo que ha hecho en beneficio de la selección nacional de voleibol femenino, uno simplemente siente deseos de aplaudirle.

Todos recordamos cuando Marte tomó ese proyecto de selección de voleibol femenino.

Es admirable el trayecto que se ha recorrido, y lo que hoy representa esa selección para el país y para el mundo.

Las “Reinas del Caribe” representan un orgullo en el país, y se han ganado el aprecio y respeto de todo el mundo.

Nuestra selección forma parte de la élite del mundo, y en cada evento se miden a grandes potencias, y enseñan su clase.

Los niveles de admiración hacia esas muchachas ya marcha sólo detrás de nuestros peloteros.

Marte se ha preocupado por ayudar a estas muchachas en todo el sentido de la palabra.

Hoy son famosas, ganan mucho dinero y son contratadas para jugar en las ligas más importantes del mundo. Sin embargo, entre ellas se respira un gran aire de agradecimiento hacia alguien que lo ha entregado todo, y que hasta se ha olvidado de sus empresas y negocios privados para dedicarse 100% a la selección de Voleibol.

Cuando uno ve gente así, que llegan al deporte a aportar, sencillamente les dice: ¡Excelente trabajo!.

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