Cuando uno hace de las “quejas” su estilo de vida siempre ve el vaso medio vacío.
Y eso pasa con los que no entienden que el trabajo que se le hace al estadio Quisqueya no es como subir un edificio a base de bloques.
Le creo a Gonzalo Castillo cuando dice que han puesto todo su empeño para terminar el “Séptimo Cielo” de la manera que se merece.
Decía Gonzalo que luego del fuego se siguió jugando, no se podía trabajar, y que luego tuvieron que hacer evaluaciones extras y se encontraron otros problemas que también se solucionan.
El que esperó mucho, puede esperar “un chin más” para que todo quede por lo alto.
El béisbol debe estar agradecido de que el presidente Danilo Medina respondió de inmediato y propició una inversión que golpea los 150 millones de pesos.
Gonzalo y Vitelio Mejía solo merecen aplausos, porque están poniendo el play “como nuevo”.
¡Aunque haya que esperan un poco más!