Disfruté la carrera de Vinicio Muñoz y ciertamente fue “El dueño del Palacio de los Deportes”.
Leyendo el brillante reportaje/entrevista que le realizó en HOY Primitivo Cadette, me apenó su explicación de por qué no es entrenador.
Según contó Vinicio, soñaba luego de ser jugador en convertirse en entrenador. Sin embargo, declinó esa aspiración porque observó que los jugadores eran indisciplinados y prepotentes, y no quería sumarse ese “dolor de cabeza”. Fue más lejos al culpar a los gerentes de los equipos de ese mal comportamiento de los jugadores. Visto así, se entiende por qué muchos dirigentes de calidad han optado por “quitarse”. Talvez la sinceridad de Vinicio moleste, pero su historial lo avala para hablar de esa forma y quejarse.
Los apodos de Vinicio Muñoz
Me encantó la parte de la gran cantidad de apodos que tuvo.
1- La pantera.
2- El fino.
3- El Canguro.
4- El nitido.
5- El dueño del Palacio de los Deportes.
Vinicio tiene su escuela de baloncesto y tiene otro par de “picoteos” que le permite vivir sin complicaciones.
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