Impacto SINIAF en sector agropecuario y forestal de la República Dominicana

Impacto SINIAF en sector agropecuario y forestal de la República Dominicana

En la elaboración del plan estratégico (2013-2016) del Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF) se manejaron algunas de las tendencias, índices, parámetros y factores que frecuentemente se reportan como datos estadísticos de actualidad o como proyecciones que sirven de indicadores sociales y económicos para planificar y formular estrategias agropecuarias y forestales. Por lo general, estos parámetros permiten la ejecución de alternativas para aumentar productividad agrícola y reducir impactos negativos a la salud humana y ambiental.

Las mismas se pueden resumir en: una población humana en aumento creciente, incremento en el consumo de los productos agropecuarios, desarrollo de una agricultura con mayores rendimientos y menor disponibilidad de agua, incremento en los costos de producción, consumidores exigentes en calidad y presentación de productos, aparición de nuevas plagas y enfermedades, gran variabilidad o cambio climático, agricultura dependiente de altos insumos externos, deterioro de la biodiversidad y el medio ambiente en general, ganadería extensiva asociada a la deforestación, y al efecto invernadero entre otros, propiedad intelectual, avance tecnológico, avance de la frontera urbana en detrimento de las áreas agrícolas y pobreza y desarrollo rural (analfabetismo).

América Latina y el Caribe constituyen una de las zonas de mayor inequidad social del planeta con más de 200 millones de pobres. Una de las características que marcan esta situación es lógicamente lo relativo a bajos niveles de inversión con respecto al PIB en el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología con respecto a otras regiones emergentes del planeta. Por tanto, no es sorprendente que en esta región los desafíos siguen siendo seguridad alimentaria, reducción de la pobreza y manejo sostenible de los recursos naturales

En República Dominicana una tercera parte de la población dominicana vive en zonas rurales, 56% de la cual vive por debajo de la línea de pobreza (Banco Mundial, WDI 2010), con una estructura productiva agropecuaria que muestra una prevalencia de pequeños productores y la mayoría de los rendimientos de los cultivos importantes están por debajo del óptimo y por tanto hay menos ofertas para la dieta de los dominicanos. Los cultivos presentan situaciones de estancamientos o leves incrementos, excepto el caso del arroz. Estos indicadores muestran que República Dominicana se encuentra rezagada comparada con la mayoría de los países del área y existe una necesidad persistente de fortalecer el Sistema Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales con la finalidad de generar y/o validar tecnologías e innovaciones, que den respuestas a las demandas tecnológicas agropecuarias.

Algunos de los factores que explican las brechas desfavorables que provocan la baja productividad en República Dominicana son: baja adopción de tecnologías apropiadas caracterizada por la falta y/o baja calidad del material genético (semilla), generalmente sensible a plagas y enfermedades, correspondientes a variedades y semillas no adaptadas a las condiciones agroecológicas de los productores y la escasa actualización de los pequeños productores a las buenas prácticas culturales, entre otros.

La situación sectorial e institucional en relación a los recursos humanos está caracterizada por: falta de una masa crítica de investigadores en las diferentes áreas estratégicas de investigación (falta de equipos multidisciplinarios), la relación promedio de Investigador Tiempo Completo (ITC) por proyecto es de 1.63 por debajo del mínimo recomendado (BOE, 2010 y Alvarez,2011), las Universidades de RD no ofrecen, en el sector, programas creíbles de maestrías y doctorales propios, lo que limita la formación sólida de recursos humanos para realizar investigación científica.

 

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