Implicaciones psicoemocionales del abuso sexual

Implicaciones psicoemocionales del abuso sexual

Es frecuente el abuso sexual en nuestro país. Afecta más a las niñas que a los niños. Las edades de mayor riesgo para ser víctima de abuso sexual se corresponde entre 5 y 12 años. Siendo más afectados los niños que viven en familias rotas o disfuncionales; de la pobreza y la marginalidad, o en familias aglutinadas y extensas, donde adultos duermen con los niños. Pero también, el abuso sexual es más probable que ocurra en aquellos niños que no tienen fiscalización, y deambulan en el barrio o quedan al cuidado de otros hermanitos, o de adultos riesgosos. Sin embargo, el abuso se puede dar en familias de clases sociales altas o medias, donde los niños pasan mucho tiempo solos, o tienen pobre seguimiento por sus padres. Independientemente de la clase social o del tipo de familia o de padres, es difícil para las familias establecer el perfil de posible agresor sexual o abusador o violador de niños. Lo más aconsejable es fiscalizar a los niños, hablar con ellos y darle educación sexual desde la infancia donde aprendan a cuidar su cuerpo, decir no al toque, poner distancias frente a regalos escondidos de los padres o aceptar dinero. Cuando los niños sienten seguridad, confianza, autoestima sana; entonces, ellos aprenden a tener el auto cuidado, la autodeterminación de decir ¡No!.

El agresor sexual puede ser cualquiera. La mayoría de las veces lo tenemos dentro de la casa, a veces allegado a los padres y, con frecuencia, son personas conocidas por los niños. No importa ocupación, edad, estatus social, el violador o agresor sexual tiende a identificar a los niños más vulnerables, así como el lobo observa la manada de ovejas y se lanza sobre la más débil, o la que se aparta del resto. El agresor sexual identifica debilidades, limitaciones, carencias, confianza, desprotección, y donde puede ejercer el poder de la familia, del niño o del entorno social para abusar o violar a los niños.

¿Qué implicaciones psicoemocionales y sexuales afectan a los niños abusados? Estos niños presentan sentimientos de culpa, dolor, impotencia, miedo y mucha angustia. Se les altera el sueño, la conducta, la socialización y sus pensamientos. Pueden presentar pesadillas y terror nocturno, depresión y baja autoestima; enuresis o enconpresis, bajo rendimiento escolar y sensación de des- esperanza. Algunos niños por indeflexión o falta de apoyo, permiten que les continúen abusando, llegando a aceptar dinero, comida, ropa o reconocimiento de su agresor.

En cualquier condición de abuso sexual, las implicaciones afectan la sexualidad, sus emociones, su vida presente y futura, dejando traumas de por vida y lecciones que le dañan la personalidad, el desarrollo social, el bienestar y la propia felicidad. Estas lesiones emocionales también afectan a padres, abuelos, tíos, hermanos, amigos. Es una familia que se cuestiona, siente ira, rabia, enojo, frustración, depresión, y mucha angustia.

El abuso sexual es un tema del que no se quiere hablar mucho, pero sabemos que sucede, a veces lo escondemos, lo silenciamos o nos hacemos indiferentes frente a la sospecha. La prevención es la mejor salida. Educar sexualmente y tener mayor fiscalización y atención a los niños, sin importar quién sea el adulto que juega con los genitales, o desea darle regalos o propuestas escondidas a los niños.

El mes de abril es el mes de la prevención, educación y sensibilización contra el abuso sexual en niños y niñas. Cada familia, cada escuela, cada espacio de deporte, socialización, donde los niños interactúan se debe hablar de prevención. Los niños necesitan protegerse de tantos adultos psicópatas, enfermos y perversos que asechan como lobos para arrancarles la vida.

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