El sistema de subastas implementado por el presente Gobierno para las importaciones de los contingentes arancelarios procedentes de los Estados Unidos ha resultado favorable para el Estado, consumidores, productores y comerciantes.La transparencia con que la Junta Agroempresarial Dominicana ha manejado el mecanismo ha permitido al fisco captar alrededor de 2,500.0 millones de pesos.
Hoy en día se ha querido politizar, mientras que un grupo de comerciantes procura que se tire por tierra el sistema para sacar beneficios personales.
La incertidumbre y las quejas de los productores agropecuarios desaparecieron en el campo y en los medios de comunicación a partir del mes de agosto de 2012, cuando el presidente Danilo Medina, mediante el decreto 569-12, cambió el método de administración de los contingentes arancelarios de los productos incluidos en la rectificación técnica de la lista XXIII de la República Dominicana, bajo el tratado de la Organización Mundial de Comercio.
Previo a la disposición del mandatario el método utilizado era la designación directa de partidas de importaciones sin control, lo que benefició significativamente a un segmento del sector comercial en perjuicio de los productores del campo y del consumidor. Tras recibir los permisos, esos comerciantes favorecidos vendían a importadores las asignaciones, lógicamente, llegando a precios más elevados al consumidor, porque aquellos que los traían también obtenían grandes beneficios.
Además de que muchos artículos provenían de países que subsidian a sus productores, perjudicando así a los agricultores locales. El método de subastas es claro y permite a las autoridades manejar el mercado con prudencia y estricto control para que no perjudique a los productores. Los productos que están bajo la rectificación técnica son arroz, habichuelas rojas, ajo, cebolla, maíz, azúcar, leche y carne de pollo.