Importancia de las vitaminas y minerales en los niños

Importancia de las vitaminas  y minerales en los niños

La deficiencia de vitaminas y minerales en los niños puede provocar, entre otras anomalías, retrasos en el crecimiento y formación de las diferentes funciones que ocurren tanto a nivel cerebral y metabólico, así como en el desarrollo óseo y de los dientes.
Así lo estableció la pedíatra nutrióloga Michelle Romero, quien explicó que las vitaminas y minerales van en conjunto para poder formar parte de las diferentes funciones del organismo de los infantes.
Detalló que una dieta baja en vitaminas y minerales puede enlentecer o retrasar el crecimiento físico y cerebral de los niños.
“Estas deficiencias pueden llevar a un niño a no tener un desarrollo adecuado óseo, que sus huesos y dientes no sean tan fuerte; dentición tardía, que su desarrollo neurológico sea mucho más lento (retraso mental), afecciones en la piel, uña y cabellos”, alertó.
Aunque recalcó que muchas de estas señales se ven más en niños desnutridos, cuando hay una deficiencia muy importante.
Romero explicó que es de suma importancia saber que las vitaminas y minerales se encuentran en la mayoría de los alimentos: vegetales, frutas, así como en los cereales, pan, arroz, pastas…
Estos últimos no las contienen al mismo nivel que los vegetales y frutas, pero en cierta cantidades están presentes.
“Una dieta balanceada y equilibrada para un niño debe contener los alimentos antes mencionados, para así aportarles los requerimientos nutricionales demandados diariamente”, dijo la pedíatra, experta en nutrición infantil.
Especificó que desde el nacimiento, los niños reciben vitaminas y minerales por vía de la leche materna (fuente principal) o por las fórmulas especializadas que por lo general vienen fortificadas con las vitaminas necesarias. Al nacer, sostuvo que las vitaminas A, D y K son las que inicialmente requiere el recién nacido.
A partir de los seis meses, cuando se inicia la alimentación complementaria, la especialista explica que se deben introducir los alimentos sólidos.
En este punto, la alimentación debe ser variada, que haya todo tipo de alimentos: vegetales, frutas, cereales, carnes, leguminosas…
“Mientras más variada sea la dieta, más equilibrada será, ya que los infantes recibirán las vitaminas y minerales de diferentes fuentes alimenticias, logrando de esto modo que no haya deficiencia de estas”, subraya la doctora.
En las etapas difíciles, donde los niños se muestran renuentes a alimentos nuevos, o solo quieren comer un tipo de alimento, la especialista aconseja apoyarse en algún suplemento multivitamínico.
Vitaminas y sus aportes. Para que la vista de los niños se desarrolle de manera correcta es necesario el aporte de la vitamina A.
El correcto funcionamiento del sistema inmunológico es gracias a la vitamina C, además, ayuda a la cicatrización. Su falta en el organismo puede provocar que el niño pueda sentirse débil y apático.
La vitamina D ayuda en la formación de los huesos y dientes. Su carencia provoca raquitismo y otros problemas en la fijación del calcio en los huesos y dientes, aumentando el riesgo de caries.
La E ayuda a la piel y mejora su elasticidad, así como el crecimiento del cabello. Su deficiencia puede provocar anemia y problemas en el funcionamiento de los músculos. Debido a esto, los niños pueden sentirse cansados y con poca de energía.
La vitamina K, es la encargada de ayudar en la coagulación sanguínea. Su déficit implica un aumento en las hemorragias. Es de suma importancia para que las heridas cicatricen.
Romero concluye exhortándoles a los padres que les den la oportunidad a los niños a que elijan los alimentos que más les gustan, pero llevándolos de la mano para proporcionarles una mayor variedad de alimentos.

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