El sistema impositivo regresivo y los bajos salarios han hecho de la República Dominicana uno de los países de América Latina en que las políticas redistributivas tuvieron menor impacto en el aumento de la clase media, según el informe 2016 del Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso en América Latina y el Caribe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El informe, elaborado con datos de 2003-2013 también revela que la República Domnicana es uno de los países con menor movilidad social y donde las políticas de distribución de ingreso inciden menos en el salto de la pobreza a la clase media. De 18 países fue el cuarto con menor movilidad social.
República Dominicana es el país donde mayor caída registró el salario promedio por hora de trabajo entre 14 países de América Latina evaluados. En la mayoría de los salarios crecieron.
El nfomre explica en varios países de la región la política fiscal es una de las principales fuentes de generación de desigualdad de ingresos y de empobrecimiento, debido principalmente a la existencia de impuestos indirectos regresivos capaces de incentivar patrones de movilidad descendente y, en muchos casos, de reducir o anular las ganancias derivadas de las transferencias públicas.
Evidencia reciente permite observar que, si no se considera el efecto de los impuestos y los subsidios indirectos, las intervenciones fiscales implementadas por la vía de las transferencias monetarias públicas, focalizadas principalmente en la población que se encuentra en situación de pobreza por ingresos, posibilitan que una proporción importante de dicha población transite hacia la vulnerabilidad y la clase media.
La intervención del sistema impositivo y de los subsidios indirectos no solo reduce el efecto que producen las transferencias monetarias públicas en materia de movilidad económica ascendente, sino que además puede llevar a parte de la población vulnerable y de clase media a experimentar movilidad descendente, agrega.
Observa que en la región se implementaron incrementos graduales de la presión tributaria, pero esta sigue siendo insuficiente para enfrentar los retos de una agenda de progreso holístico en muchos países de la región.
Más allá de la presión tributaria, queda el reto de construir un sistema basado en más impuestos directos y menos impuestos indirectos que anulan el impacto (progresivo) de las transferencias sociales.